Es un hecho que sucede cada vez con más frecuencia. Cuando estamos usando nuestra cuenta de Twitter, y le damos a “@Menciones” para ver quién ha hecho referencia a nosotros, vemos que una persona totalmente desconocida nos ha mencionado, con frecuencia no solo a nosotros sino a alguna cuenta más, con frecuencia conocida para nosotros.
Lo único que suele aparecer en su tweet es un link a una web, acortado por bit.ly o similares. Por curiosidad o simple ignorancia, al principio solemos hacer click y entramos en esa página que nos sugieren. Y resulta ser una web de publicidad de una compañía. En resumen, que hemos sufrido el mismo tipo de spam que el que buscan los que venden pastillas de Viagra enviándonos un e-mail.
Entrar en esas webs no tiene porqué significar dejar las puertas de nuestro ordenador abiertas a un virus, bot o algo por el estilo, pero es bastante molesto. Y encima nos deja con cara de estúpidos: si los usuarios de Twitter con frecuencia se consideran de más nivel intelectual – o al menos un mayor dominio de las nuevas tecnologías – que el de otras redes sociales como Tuenti, caer un truco tan viejo es casi un deshonor.
La solución es relativamente sencilla. En primer lugar, no hacer click en los enlaces que nos mandan, especialmente si el avatar es de una bella señorita desconocida. En segundo, podemos bloquear a ese usuario (se hace desde el perfil de esa cuenta). Y en tercero,en vez de bloquearle, y si queremos tomar medidas, darle al botón: “Reportar a …. por spam”, que además bloqueará al usuario. Y confiar en que Twitter se ocupe del resto.
Vía | Tecnolatino
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