Hace casi tres años, en febrero de 2018, irrumpió en la actualidad una red social que llegaba prometiendo una disrupción total: VERO.
Esta nueva plataforma llegaba queriendo ser un espejo de nuestras relaciones personales con amigos y conocidos, asegurando no usar ningún tipo de algoritmo, ofreciendo privacidad y, también, cero anuncios. Había nacido años antes, en julio de 2015, pero no fue noticia ni popular hasta entonces.
La felicidad para sus responsables, que aseguraban no haber creado "una red social revolucionaria; solo una que queríamos usar", duró poco.
Un mes después de ser noticia en todo el mundo por su novedoso concepto en el mundo de las plataformas sociales, un movimiento que promovía el borrado de la aplicación de nuestros teléfonos copaba los titulares, #DeleteVero. El supuesto pasado de su fundador, Ayman Hariri, señalado por las deficientes condiciones laborales que empresas vinculadas a él habrían proporcionado a sus trabajadores, y las dificultades para borrar la cuenta de usuario motivaron esta revuelta en las redes y probablemente, su olvido.
VERO 2.0, un nuevo intento de la "verdadera" red social
Interfaz de las videollamadas en VERO 2.0. / VERO
Cerca de tres años después de aquella repentina popularidad e inmediatamente posterior caída en desgracia, llega VERO 2.0, una notable renovación de la plataforma en su intento por volver a ser lo que un día casi pareció ser.
La actualización se lanzó en diciembre, siendo anunciada a través de varios tuits en la cuenta en Twitter de VERO, pero no ha sido hasta ahora que la red social a notificado a sus "miembros fundadores", aquel primer millón de usuarios registrados a los que se les prometió un uso gratuito de por vida, su renacimiento.
Eso sí, siguen invitando a usuarios gratuitamente y, por ahora, no se sabe prácticamente nada de su modelo de suscripción,.
VERO llega con un cambio de interfaz importante y, sobre todo, con nuevas características y enfoques pensados para equipararse a los grandes competidores buscando al mismo tiempo la diferenciación.
Interfaz de las videollamadas en VERO 2.0. / VERO
La nueva versión de VERO incluye llamadas de voz y vídeo "nítidas" y con múltiples conexiones que prometen que serán cifradas en un futuro próximo, nuevos tipos de publicaciones que permiten seguir compartiendo el contenido que consumimos (como películas, juegos, programas de televisión, libros...), marcadores para guardar las publicaciones más destacadas y un chat mejorado con la posibilidad de compartir contenido como el que se comparte públicamente.
VERO 2.0, por otro lado, ahora quiere enfocarse especialmente en el descubrimiento de creadores y la potenciación de artistas musicales. De hecho, en este sentido, ha creado un sello discográfico llamado VERO Music.
Con él, pretende apoyar a artistas con libertad creativa para hacer realidad su visión; todo ello con "transparencia comercial", aseguran, con el objetivo de construir carreras sostenibles.
Por lo demás, la plataforma que en su momento parecía que iba a revolucionar la escena de las redes sociales, sigue destacando las características que en su momento le valieron despertar la curiosidad, como mínimo, de los usuarios.
Hablamos de una cronología sin algoritmos que prioricen un contenido sobre otro, publicaciones segmentables entre amigos cercanos, amigos, conocidos o público, la pretendida fiabilidad de sugerir recomendaciones solamente basadas en las recomendaciones de los contactos que cada uno tenga en VERO y, sobre todo, la promesa de la privacidad.
Está por ver si este segundo intento por volver a hacerse un hueco en el mercado de las redes sociales surte efecto. De momento, el relanzamiento está siendo bastante más discreto que su irrupción en el panorama mediático en 2018.
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