Instagram nos permite tener dos tipos de cuentas: públicas o privadas. En el primer caso, cualquiera puede ver el contenido que publicamos (aunque no nos siga o no tenga cuenta en la plataforma).
Si la hemos establecido como privada, eso significa que sólo podrán ver lo que publicamos aquellos usuarios a los que hemos aprobado la solicitud de seguimiento. De todos modos, han encontrado un método para compartir las publicaciones privadas (incluidas las historias) y que las pueda ver cualquier persona.
Que elimines el contenido no significa que desaparezca al instante
Simplemente hay que tener unos conocimientos básicos de HTML y seguir a la cuenta privada. Una vez que carguemos la versión web de Instagram, simplemente tendremos que inspeccionar el contenido y encontrar la URL para compartirla con quien queramos.
Como decíamos, también se pueden compartir los vídeos de las historias, que están configuradas para estar visibles durante 24 horas. De todos modos, mediante esta URL se puede acceder a este contenido pasados unos días.
Esto nos recuerda a lo que sucedió hace unos meses con Google Fotos. Nuevamente, tal y como apunta Benjamin Mayo en Twitter, estos enlaces son tan largos que sería casi imposible adivinarlos.
Most apps work like this, including Google Photos. The content CDN URLs are so long you would never be able to guess them, so sharing the link is effectively the same as saving the photo and sharing it. https://t.co/elt7ROA6Uk
— Benjamin Mayo (@bzamayo) September 9, 2019
Muchas personas podrían pensar que este "método" no difiere demasiado de hacer una captura de pantalla y compartirla. Tendrían bastante razón, pero no hay que olvidar que mediante la URL el contenido estará disponible (al menos durante unos días) aunque el usuario lo haya borrado.
Acabo de hacer esta comprobación (subir una historia a una cuenta privada, copiar la URL y borrar la historia) y el link me sigue llevando al contenido, a pesar de que lo eliminé hace una hora.
Además, estas URLs públicas contienen información sobre las fotos y vídeos (como, por ejemplo, las dimensiones o cómo se cargaron). También, de algún modo, prueban que el contenido es auténtico.
Hay que aclarar que esto no significa que las cuentas privadas y su contenido se pueda consultar cómodamente. Las fotos y vídeos seguirán siendo privadas, y es necesario que un seguidor haga este trabajo manual de buscar las URLs y compartirlas.
No es la primera vez que encuentran alguna manera de hacer público el contenido de las cuentas privadas de Instagram. En el año 2015, Quartz descubrió que el contenido de una cuenta pública seguía siendo visible en la web si el usuario decidía hacerla privada posteriormente.
Todo esto nos recuerda que debemos pensar muy bien qué tipo de cosas publicamos en las redes sociales, ya que no sabemos quién puede llegar a verlo. Además, si nos arrepentimos y decidimos eliminarlo, eso no significa que vaya a desaparecer inmediatamente.
Hemos contactado con Instagram para que nos aclaren por qué podemos seguir accediendo a un contenido que ha sido eliminado, y actualizaremos esta historia cuando tengamos una respuesta por su parte.
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