Absolutamente real. La imagen de arriba es un mensaje que me envió un amigo hace un tiempo a través de Facebook. Al parecer, le había surgido una oportunidad de trabajo como Community Manager… ¡pero el problema es que no sabía qué era un Community Manager!
Que conste que me alegro por mi compi, que tal y cómo están las cosas ahora mismo encontrar un trabajo no es como para desaprovecharlo pero, ¿sin ni siquiera saber cuáles son sus funciones básicas? Eso sí, la culpa no es de mi amigo. La culpa es del que contrata (o quiere contratar, en este caso). Se debió de enterar que está de moda eso de las redes sociales y se vino arriba. Pero no le dedicó ni un minuto a informarse. Si no, ¿cómo puede ser que quiera contratar como conductor a un tío que no ha cogido un volante en su vida?
Creía que los periodistas éramos los profesionales con mayor tasa de intrusismo profesional en España pero veo que nos están ganando la partida. Viva los Community Managers de todo a cien, oiga. Y, de regalo, una landing page en Facebook. Haz clic en el “Me gusta” si quieres beneficiarte de la promoción. Oeoeoeoeoe.
Y eso que mi amiguete es un tío listo y seguro que lo aprendió rápido pero de verdad que me da la risa. Siento ser redundante pero, ¿cómo puede ser posible que un tío quiera pagar un sueldo a alguien que no tiene ni idea de qué consiste su trabajo porque no se ha formado en ello?
Yo en mi empresa no quiero a un tipo que caliente la silla. Y si quiero a alguien que aprenda el oficio es otra cosa. Cojo un becario y le formo. Pero éste no era el caso. Era llegar y currar.
- ¿Y ahora qué hago? – le preguntaría mi amigo a su jefe nada más firmar el contrato.
- El Community Manager, para eso te he fichado – diría el jefe.
- Ah, vale. Me pongo con ello. ¿Para cuándo tiene que estar acabado? – diría mi colegui.
La hecatombe, vaya. Y es que por mucho que lo piense, no llego a imaginarme a alguien diciendo: “Puede que me salga un trabajo de médico que tiene buena pinta, pero, ¿qué cojones hace un médico?”. Y donde digo médico digo abogado, electricista, bombero, torero, bombero-torero o lo que sea. Adiós, intrusos del periodismo. Hola, intrusos del Social Media. Bueno, creo que adiós a los del periodismo no vamos a poder decirles, así que tendremos que acostumbrarnos a convivir conjuntamente con ambos.
Si le preguntas a un Community Manager (de los de verdad, ojo) cuál es su día a día te dirá que gestiona la presencia de la marca a la que representan en redes sociales, es un canal abierto de comunicación eficaz y directa con el cliente, monitoriza las opiniones (buenas y malas) para gestionar la reputación online, dinamiza las comunidades (las cuales, además intenta que crezcan cada día), trabaja desde su teléfono móvil mientras va a currar en el metro, en los descansos mientras fuma, a las doce de la noche mientras emiten su serie favorita…
Los buenos Community Managers tienen una cosa en común: están locos (en el buen sentido) por su trabajo. Les encanta. Y eso se nota en cada tweet. Si le sigues preguntando en qué más funciones consiste su trabajo te hablará incluso de ROI y de bla, bla, bla… Pero vamos, que sale más barato coger a un tío como mi amigo. Y repito que la culpa no es de él.
Si cuando decía yo “No me llames Community Manager” era por algo.
Pues eso, que los milagros para Jesucristo.
En Genbeta Social Media del mismo autor: El poder de Forocoches