No hace falta estar demasiado familiarizado con el comportamiento de Twitter para saber cómo pueden lanzarse determinados temas a las listas de tendencias e influir. Un hashtag claro, un buen número de cuentas moviéndolo adecuadamente y la tracción del resto de usuarios pueden bastar, haciendo un resumen simplificado. Por eso, cada vez más, los malos bots son un problema.
Porque a pesar de estar permitidos, de ser una herramienta realmente útil para un sinfín propósitos, estas cuentas automatizadas también se utilizan para causas poco nobles. Hablamos de publicidad no deseada, acoso, propaganda o desinformación. Para identificarlos y advertir a la comunidad ha surgido Botcheck.me, una herramienta basada en el Machine Learning.
Reglas y aprendizaje automático para combatir la propaganda política
A través de su web y una extensión de Chrome, esta utilidad tiene un objetivo claro: desenmascarar las cuentas de propaganda política, en especial aquellas que simulan ser personas reales. Cuentas con tuits polarizados y retuits de otros bots que difunden noticias falsas y sesgadas, incluso abogando por la violencia o los disturbios.
La forma de identificar un perfil como una "cuenta bot de alta confianza" pasa, en primer lugar, por el cumplimiento de ciertas reglas. Tuitear cada pocos minutos a lo largo de un día, apoyar propaganda política polarizante incluyendo fake news, conseguir grandes cantidades de seguidores en poco tiempo o hacer retuits constantes de otros perfiles identificados como cuenta bot.
Sin embargo, estas reglas no son infalibles y cuentan con excepciones. Como explican desde Botcheck.me, sería normal que un famoso recién aterrizado en Twitter lograse muchos seguidores en poco tiempo o un aficionado al deporte no parase de tuitear jugadas durante una competición. En ese momento entra en juego el Machine Learning o aprendizaje automático.
Para enseñar a su herramienta mediante este tipo de inteligencia artificial utilizaron dos conjuntos de datos. Por un lado, miles de cuentas de ejemplo de bots propagandísticos como los que forman parte de redes rusas, que continúan investigándose oficialmente. Y por otro, miles de cuentas de personas o perfiles reales. Con toda esta información se van extrayendo patrones de una forma automatizada y la utilidad es capaz de saber si un usuario de Twitter es un humano o un bot político.
Probarla es tan sencillo como acceder a su página principal, escribir un usuario de Twitter y comprobar cuál es su veredicto.
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