Don Hofmann creó Vine, una plataforma de publicación de vídeos cortos, en junio de 2012. Su inmediato éxito le permitió vendérsela a Twitter por 30 millones de dólares tan sólo 4 meses más tarde. Sin embargo, Twitter no supo qué hacer con ella, y la terminó cerrando en enero de 2017 (algo de lo que se terminaron arrepintiendo).
A partir de ese momento, Don Hofmann (que sólo aguantó unos meses trabajando para Twitter) se puso manos a la obra para recrear Vine, convencido de que una app de ese tipo seguía contando con un nicho de mercado, aunque otros no hubiesen sabido explotarlo. Primero hubo rumores sobre una app llamada V2, cuyo lanzamiento tuvo que aplazar en 2018 por problemas legales y financieros.
Luego, en enero de 2018, Hofmann enseñó la puntita de su nueva app, un Vine reformulado y rebautizado como Byte, que se suponía que saldría al mercado la primavera de ese mismo año, como muy tarde. También entonces tuvo Hofmann que aplazar el lanzamiento del sucesor de Vine, y los nostálgicos de esta plataforma tuvieron miedo de que esta resurrección nunca llegara a concretarse.
Vine ha vuelto. Llamadle 'Byte'.
Pero tranquilos: la espera ha dado sus frutos, y Byte ya está aquí, ya disponible en iOS y Android. Como Vine en su momento, la app nos permite grabar, subir y compartir vídeos breves. Al contrario que Vine (cuyos vídeos eran de 7 segundos en origen, luego ampliados a 140), los vídeos de Byte deberán extenderse como mucho durante 6 segundos. La de Hofmann es una apuesta por el contenido que va al grano, sin relleno, marcando diferencias como el límite máximo de 1 minuto de su gran competidor actual: TikTok.
Byte ofrece, además, las características típicas de las redes sociales de esta clase: perfiles de usuario, feed, página de exploración y notificaciones. Sin embargo, por ahora no ofrece otras características como los efectos de transición, herramientas de remezcla y filtros de realidad aumentada, al contrario que TikTok.
Pero si con algo confía Byte en marcar diferencias con Byte, tanto frente a la competencia como a su propio antecesor, es con su programa de creadores de contenido, destinado a incentivar la generación de vídeos proporcionando medios para monetizarlos, un aspecto que tanto TikTok como Snapchat han ido dejando de lado, obligando a muchos de ellos a intentar atraer a su público de esas redes a sus canales de Youtube. Hofmann quiere que Byte permita olvidarse de esas clases de estrategias, y que los creadores puedan centrarse únicamente en su propia plataforma.
La pregunta es si esta reencarnación de Vine no llega ha desembarcado demasiado tarde en el mercado que él mismo ayudó a crear hace 8 años: no tendrá en frente únicamente a TikTok y Snapchat, también a Instagram, y aún cabe sumar Subsmash, Triller, Firework y Lasso en el mercado estadounidense. Habrá que confiar en el que veteranía (o novedad, según lo veamos) sea un grado.