Hace un año un grupo de personalidades del mundo de la música capitaneadas por Jay-Z, y entre los que hubo nombres como Madonna, Beyoncé, Kanye West o Daft Punk, decidió comprar el servicio de streaming Tidal. Con ello se propusieron la idílica misión de competir con Spotify ofreciendo un servicio de calidad y unas remuneraciones justas para los artistas.
Desde entonces se ha estado escribiendo mucho sobre este servicio, y ha sido casi siempre para mal. Los últimos días no han sido una excepción, y nos hemos encontrado desde a Kayne West rompiendo la exclusividad de su último disco hasta al propio Jay-Z demandando a sus anteriores dueños por engañarle con sus cifras al vendérselo. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Estamos ante el anunciado principio del fin para Tidal?
Los números de Tidal
A finales de diciembre del 2014, Tidal se hizo un hueco en los titulares anunciando que se lanzaba a competir con los gigantes del streaming ofreciendo música en calidad lossless. Dos meses después el servicio aterrizaba definitivamente en España, y al mes siguiente Jay-Z y los suyos se hacían con él poniendo sobre la mesa 56 millones de dólares. Tenía un catálogo de 25 millones de canciones frente a las 30 millones de Spotify, mas la exclusividad de artistas como Taylor Swift.
¿Pero había sitio para un nuevo competidor en el sector? La verdad es que desde un principio la cosa no pintaba bien, sobre todo porque en vez de aprovechar su ventaja de contar música en HiFi la echaron por tierra subiendo el precio de esa opción a 20 euros al mes. Además, el prescindir de una opción gratuita tampoco ayuda a que los usuarios le dieran una oportunidad.
En abril llegaron los primeros rumores de que Tidal había empezado de capa caída, y sus nuevos dueños se defendieron diciendo que ya tenían 770.000 suscriptores. Ayer enviaron un correo a los medios anunciando que sus suscriptores han llegado a 3 millones, un gran crecimiento si vemos de dónde vienen, pero que aun les sitúa inmensamente lejos de los 30 millones de usuarios anunciados por Spotify hace unas semanas.
La denuncia a los antiguos dueños
En Tidal han declarado que están contentos con las cifras de su crecimiento considerándolas de más que fenomenales, y dicen querer centrarse en que sigan mejorando. Pero por otra parte, en el mismo comunicado también han anunciado que iniciarán acciones legales contra los anteriores dueños de Tidal al considerar que les mintieron en cuanto al número de suscriptores que tenían.
Según cuentan, antes de realizar la compra los anteriores dueños les informaron que tenían 540.000 suscriptores, y después de tomar el control del servicio y realizar sus propias audiciones dicen haber descubierto que la cifra estaba muy por debajo. Por eso, según el medio noruego Dagens Næringsliv Jay-Z y los suyos quieren ser compensados por cerca de 15 millones de dólares.
Por otra parte el medio sueco especializado en tecnología Breakit se ha puesto en contacto con un portavoz de los aludidos, el conglomerado de medios Schibsted, que ha asegurado que Tidal era pública cuando fue adquirida, por lo que al cotizar en bolsa la transparencia de los informes financieros era total.
Independientemente de quién tenga razón, lo que está claro es que no termina de dar una buena imagen que Jay-Z intente sacar pecho por un lado pero por el otro quiera dinero al considerar que les han engañado vendiéndoles una empresa que les prometían que era mejor de lo que realmente era. Es como si te enfrentas a la tormenta con un pequeño barco del que por una parte echas pestes de lo destrozado que está, pero por otra intentas convencer a la tripulación de que todo va bien.
La exclusividad de Kayne West
never never never = 45 days https://t.co/DDd13YROsH
— Stefan Constantine (@WhatTheBit) 1 de abril de 2016
Y si hay alguien que ha estado dándonos titulares relacionados a Tidal este ha sido Kayne West, quien en su día prometió que su nuevo disco "nunca, nunca y nunca" saldría a la venta ni estaría disponible en otros servicios como Apple Music y Spotify. Si sus fans querían escucharlo tendrían que registrarse en Tidal, puesto que estaría ahí en exclusiva.
Y bueno, no sabemos si West ha mirado en el diccionario el significado de las palabras "nunca" o "exclusiva", pero ha llegado el 1 de abril y el disco acaba de salir a la venta. Y sorpresa, resulta que a partir de hoy también está disponible en Spotify. O sea que la rotundidad de un "never never never" se ha convertido en una exclusiva de sólo 45 días.
Esto no pasaría de anécdota si no fuera porque este disco se convirtió en el gran reclamo de los últimos meses para atraer nuevos suscriptores a Tidal, un movimiento que no sólo indignó a los fans, sino que aupó al disco al número uno en Pirate Bay. Para colmo sólo unas horas antes, en su comunicado, Tidal había sacado pecho asegurando que los temas de este disco exclusivo se había anotado 250 millones de reproducciones.
Vamos, que si hace un año ya nos preguntábamos si Tidal sería el fracaso más espectacular de los fracasos de compañías de Internet en años, ahora el propio Kayne West se desentiende de sus promesas a los suscriptores y Jay-Z se queja de que le han timado mientras nos sonríe diciendo que todo va bien. ¿Es el principio del fin para Tidal?
En Genbeta | Quitter, Tidal y otros servicios que iban a comerse el mundo... y al final quedaron en nada
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