Hasta ahora, Snapchat permitía enviar fotografías y vídeos "efímeros" (con algunas opciones de edición básicas) entre usuarios. Pero con la última actualización que se ha anunciado recientemente, este servicio también nos permitirá mandar mensajes instantáneos e iniciar videoconferencias rápidamente.
No nos alejamos de la volatilidad que Snapchat aplica a esos datos: todos los mensajes que recibamos y enviemos desaparecerán en cuanto cerremos la ventana de conversación, aunque sí que podremos tomar capturas de pantalla y guardarlas permanentemente sin problemas junto con otros datos como las listas y las direcciones de esos contactos.
Me gusta cómo podemos decidir si aparecer en una videoconferencia o no simplemente manteniendo nuestro dedo pulsado en la pantalla, junto con rápido que se pueden iniciar. Seguimos con la clave de que la comunicación se mantenga simple, y que al mismo tiempo podamos eliminar todo rastro de que una conversación se haya hecho.
Es un estilo único que no comparten el resto de protocolos de mensajería más usados, pero que ha atraído a muchos usuarios y provocado ofertas de compra millonarias que terminaron siendo rechazadas. No la he visto instalada en muchos smartphones a mi alrededor, pero algo tiene que tener Snapchat para que envíe más de 400 millones de fotografías y vídeos a diario.
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