Al cambiar de Windows a macOS, una de las dudas recurrentes es ¿cómo se desinstalan las aplicaciones instaladas? La duda emana de una opción que tiene el sistema de Microsoft pero no el de Apple, como es la opción de 'Desinstalar' desde 'Configuración', o el viejo 'Agregar o quitar programas'.
Hoy vamos a repasar las distintas formas que existen de desinstalar aplicaciones en macOS Big Sur, aunque es plenamente aplicable a sistemas anteriores. Antes de continuar, eso sí, hay que puntualizar en que hablaremos de desinstalar aplicaciones que no traen desinstalador, pues, en ese caso, lo adecuado es utilizarlos. Adobe, por ejemplo, copia un desinstalador al instalar su paquete, pero Office actualmente no. Veremos el caso aplicable a la suite de Microsoft.
Cómo desinstalar aplicaciones instaladas desde la App Store
En una página web dedicada, Apple es muy clara: "Para desinstalar apps que hayas descargado de App Store, usa Launchpad". Launchpad es ese menú en cuadrícula donde el sistema añade las aplicaciones que vamos instalando. Y en él, desinstalar las aplicaciones puede ser un proceso confuso, porque a simple vista no se ofrece la opción de desinstalar.
En ese sentido, hay que decir que funciona igual que la desinstalación de apps de iOS en un iPhone: si hacemos click prolongado sobre el icono de una app, los iconos se empezarán a mover. Aquellas aplicaciones instaladas desde la App Store mostrarán un icono de cruz (X) que es sobre el que tenemos que hacer click para desinstalar la aplicación. Al hacerlo, veremos esto la imagen de debajo. Y eso es todo.
Cómo desinstalar aplicaciones instaladas fuera de la App Store
Antes de la llegada de la Mac App Store, lo más normal a la hora de instalar aplicaciones era copiar el archivo ejecutable a la carpeta de 'Aplicaciones' del sistema. Así es como a día de hoy, se instala, por ejemplo, VLC. Otra forma común era instalar a través de paquetes de instalación (generalmente, en formato .pkg). Esta otra forma es la que usan para instalarse Chrome, Edge u Office.
En este caso, Apple recomienda que, si las aplicaciones no tienen desinstalador, como es el caso de todas las mencionadas, el proceso a seguir es arrastrar el ejecutable a la papelera desde la carpeta 'Aplicaciones'. Con Office, Microsoft recomienda lo mismo, arrastrar las aplicaciones manualmente a la papelera.
Sin embargo, y aquí viene el problema, con este procedimiento que Apple aconseja no se eliminarán muchos de los archivos de la Librería que las aplicaciones copian para su funcionamiento. Además de ocupar cierto espacio, estos archivos ensucian carpetas de sistema, lo cual puede dar mal funcionamiento a la larga. Por ello, para este caso, nuestra recomendación es usar aplicaciones dedicadas a la desinstalación. Nuestra favorita, por su sencillez y gratuitad es AppCleaner, que está actualizada a Big Sur.
Su funcionamiento tras instalarla es tan directo como seleccionar la aplicación a desinstalar de la lista, o arrastrarla a su cajón desde la carpeta de Aplicaciones, y hacer click en 'Borrar'. Previamente, podremos haber elegir qué archivos queremos eliminar de dicha aplicación más allá de su ejecutable.
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