Dropbox, con el permiso de algunas excepciones como el cliente de correo Mailbox, siempre se ha centrado en una cosa: almacenar nuestros ficheros en la nube de una forma sencilla y rápida. Recientemente el servicio ha hecho algo muy discreto pero también muy útil: dejar que también almacenemos los enlaces web.
Es decir: si arrastramos una dirección web desde nuestro mismo navegador directamente a alguna de nuestras carpetas de Dropbox (ya sea desde la web del servicio o usando la aplicación nativa de nuestro sistema), éstos aplicaciones quedarán almacenados como archivos y se podrán abrir desde cualquier dispositivo.
De este modo, Dropbox puede actuar como un gestor de favoritos improvisado para algunos momentos puntuales: los mismos responsables mencionan cómo esto puede ser una "capa" de marcadores para los navegadores de todos nuestros terminales, o un lugar donde poder guardar recursos de un proyecto o trabajo puntual.
Además, para este último punto y para grupos de personas, sirven mucho los comentarios integrados que la web coloca en cada fichero. Imaginaos, por ejemplo, como los miembros de un equipo de trabajo pueden iniciar una discusión en base a un simple enlace. Podéis hacer la prueba vosotros mismos arrastrando un enlace desde cualquier sitio a un directorio de Dropbox.
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