De cara a una nueva ronda de despidos masivos en Meta, después de los que ya hubo en noviembre, el CEO de la empresa, Mark Zuckerberg ha dado una información que puede tener a muchos de sus ingenieros e ingenieras preocupados. Concretamente, a esos trabajadores que arrancaron en Meta trabajando a distancia y no en sus oficinas.
De acuerdo con el creador de Facebook, los análisis de datos internos de Meta sugieren que los ingenieros que se incorporaron inicialmente a la empresa de forma presencial rindieron mejor que los que lo hicieron a distancia desde el principio.
También sugirió que los ingenieros más jóvenes, o más exactamente los que están "al principio de su carrera" laboral, rinden mejor cuando trabajan con compañeros en persona al menos tres días a la semana.
Si hablamos de que es letal a la hora de dar esta información es porque ayer también dijo el directivo que este año la empresa se va a replantear el modelo híbrido de trabajo. Y esto podría llegar a traducirse a acabar con el trabajo en remoto dentro de Meta.
Lo que no especifica en esta información Zuckerberg es si este resultado puede tener otras causas: un recibimiento por parte de la empresa más elaborado cuando una persona llegaba a la empresa, frente al recibimiento dado durante los años de pandemia, que vinieron acompañados de contrataciones masivas en Meta, podría ser una causa. O puede deberse a una desmotivación del personal en estos años de incertidumbre, que ha sido analizada por estudios. O un posible descontento laboral por las decisiones tomadas por la empresa en los últimos años.
Rendimiento y trabajo presencial
En la carta publicada ayer y también enviada a todos los empleados de Meta, Mark Zuckerberg decía que este año también serviría para replantear el modelo híbrido de trabajo en el que está sumergido la empresa.
Una de las claves de sus declaraciones es que profundizó en una serie de formas en que la empresa pretendía mejorar la eficiencia, como la cancelación de "proyectos de menor prioridad" y la creación de una estructura organizativa más plana que pasa por eliminar puestos de gerentes.
Hace ahora mismo 3 años que en España nos encerramos para evitar la expansión de la Covid-19, y muchas empresas en nuestro país (y trabajadores y trabajadoras) tuvieron que adaptarse al teletrabajo. En Estados Unidos, Meta decidió imponer el teletrabajo masivo en mayo de 2020.
En este tiempo, durante la pandemia, también hubo muchas contrataciones en la empresa. Muchas personas estábamos encerradas en casa con el acceso a la tecnología como una de las principales fuentes de ocio o trabajo y eso impulsó mucho a las tech y las ventas online.
El mismo Zuckerberg, al anunciar los despidos del pasado año decía que "al comienzo de la Covid, el mundo se movió rápidamente por Internet y aumentó el comercio electrónico, lo que condujo a un crecimiento de los ingresos superior al esperado", dijo Zuckerberg que añadió que este optimismo llevó a unas contrataciones masivas.
El imperio Meta contrató a 27.000 empleados durante los dos años de pandemia, más 15.000 personas en 2022. Estas personas que llegaron al gigante de las redes sociales en los años de pandemia tuvieron que hacerlo, obviamente, teletrabajando.
Opiniones de otros grandes CEO sobre el teletrabajo
Zuckerberg no es el único de los grandes CEO en hablar públicamente de su preferencia por el trabajo en oficina frente al trabajo en remoto. En junio de 2022, Elon Musk (que aún no era el dueño de Twitter) enviaba una carta a los empleados de Tesla sobre el teletrabajo diciendo que en Tesla puedes teletrabajar... tus horas extra, pero obligatoriamente tienes que pasar 40 horas semanales en la oficina.
Y, con esta carta, también desprestigió a todas las empresas que han abogado por el teletrabajo. Según el magnate, "hay compañías que no requieren esto (pasar mínimo 40 horas semanales en la oficina), ¿pero cuándo fue la última vez que lanzaron al mercado un producto increíble? hace ya tiempo".
Por su parte, el CEO de Microsoft, Satya Nadella dijo hace unos meses que "tenemos que superar lo que describimos como 'paranoia de la productividad'", hablando de que el desajuste en los datos de la encuesta entre trabajadores y directivos y en cómo muestra una "desconexión real en cuanto a las expectativas y lo que uno siente".
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