Hoy, 12 de octubre, se cumplen 30 años de la propuesta original de Tim Berners-Lee del sistema de gestión de la información, que daría lugar a la World Wide Web que cambió el mundo y las vidas de millones para siempre. Antes de una fecha tan importante como esta, ya sabíamos las reticencias que el creador de la web tiene sobre su funcionamiento actual, controlada por un puñado de empresas como Google y Facebook.
De ahí que propusiera Solid, que planteó como evolución de la Web tradicional y que consiste en un modelo de código abierto con el que ofrecer a los usuarios la capacidad de controlar sus datos de una forma mucho más personal, y como no puede ser de otra forma, de manera descentralizada.
Hoy, en una carta conmemorando el 30 aniversario de la Web, ha resaltado la parte positiva de Internet, "cómo se ha convertido en una plaza pública, una biblioteca", etc, y como "la división entre los que usan Internet y los que no aumenta y hace que sea aún más imprescindible lograr que todo el mundo tenga acceso a la Red". Sin embargo, luego se ha centrado en tres puntos que considera grandes amenazas que pesan sobre el internet actual.
Intenciones maliciosas, incentivos perversos y tono enfurecido: las tres amenazas de la Web a sus 30 años
Para el creador de la Web, "resultaría derrotista y poco imaginativo suponer que Internet, tal y como lo conocemos, no se pueda cambiar para mejor en los próximos 30. Si renunciamos a crear una Red mejor, la Red no nos habrá fallado, sino que nosotros le habremos fallado a la Red", y considera tres sus grandes amenazas:
- Las intenciones deliberadas y maliciosas, como el pirateo y los ataques informáticos apoyados por los Estados, la conducta delictiva y el acoso en Internet.
- El diseño de un sistema que crea incentivos perversos en los que se sacrifica al usuario, como los modelos de ingresos basados en la publicidad que recompensan comercialmente el cibercebo y la difusión viral de la desinformación.
- Las consecuencias negativas involuntarias del diseño benevolente, como el tono enfurecido y polarizado y la calidad de las conversaciones en Internet.
Pese a su triste estado actual, no se rinde y propone que para el primer punto se creen leyes y códigos, de la misma forma que se ha hecho tradicionalmente en el mundo offline. Para el segundo punto, ve necesario rediseñar los sistemas para cambiar los incentivos, y en tercer lugar, investigación para comprender el sistema actual y generar modelos nuevos o modificar los que ya tenemos, de cara a acabar con la polarización y mejorar la salud de las conversaciones, ese problema tan recurrente.
Berners-Lee afirma que no se puede culpar a un único actor como puede ser un Gobierno de estos males, y que para solucionar los problemas hay que unirse "como una comunidad mundial de Internet", algo que se ha hecho en otros ámbitos como con la "Declaración Universal de los Derechos Humanos" y otros acuerdos. Para el creador de Internet, el equivalente en Internet debe ser el "Contrato para la Red" en que se está trabajando desde la Web Foundation con Gobiernos, empresas y ciudadanos, y se espera lograr resultados a lo largo de 2019.
A los Gobiernos les pide adaptación de leyes y normativas a la era digital en todos los sentidos, desde innovación hasta defensa de la Red dentro de ellos. A las empresas, que tienen que buscar beneficios sin pisar los derechos humanos, la seguridad y la democracia, y en tercer lugar, a los ciudadanos, nos pide que exijamos a los actores anteriores rendición de cuentas y que respeten Internet.
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