Tim Berners-Lee, creador de la 'World Wide Web', ha presentado hoy un plan de acción diseñado para proteger el futuro de la Web y el de sus usuarios de los peligros que la amenazan. La iniciativa, bautizada como "Contrato para la Web" y organizada a través de la World Wide Web Foundation que preside, empezó a tomar forma durante la Web Summit 2018 de Lisboa, y ha contado con las aportaciones de los tres grandes sectores a los que va destinada: gobiernos, empresas y ciudadanos.
"Contrato para la Web" cuenta con el respaldo de 160 entidades, entre las que podemos encontrar desde grandes compañías como Facebook, Google y Microsoft, hasta organizaciones del estilo de Electronic Frontier Foundation, DuckDuckGo y Reporteros sin fronteras.
¿Cuáles son los 9 valores promovidos por el 'Contrato para la Web'?
Todos ellos unidos en torno a 9 principios básicos (que se desglosan a su vez en 76 cláusulas), que promueven objetivos como la defensa de la privacidad del usuario y la universalización del acceso a Internet. Tal como lo explica Berners-Lee,
"el poder la Web para transformar la vida de la gente, enriquecer la sociedad y reducir la desigualdad es una de las grandes oportunidades que definen nuestra época.
Pero si no actuamos ahora -y no actuamos juntos- para evitar que sea mal utilizada por aquellos que quieren explotarnos, dividirnos y debilitarnos, corremos el riesgo de tirar por la borda esa oportunidad".
Adrian Lovett, director general de la fundación, lo resumía aún más: "Nunca antes el poder la Web para el bien estuvo más amenazado". Berners Lee afirma que ese riesgo es actual ("no a diez años vista") y que si no arreglamos los peligros que afectan a la WWW hoy en día, la historia de ésta terminaría siendo la de una "distopía digital".
Tres valores están dirigidos a la actuación gubernamental:
Asegurarse de que todo el mundo pueda conectarse a Internet. Para que cualquier persona, independientemente de quién sea o dónde viva, pueda participar de forma activa en la red.
Hacer que la totalidad de Internet esté disponible en todo momento. Para que a nadie se le niegue el derecho a disfrutar de un acceso completo a Internet.
Respetar y proteger los derechos básicos de las personas sobre sus datos y su privacidad en la red. Para que todo el mundo pueda usar Internet libremente de forma segura y sin miedo.
Otros tres se dirigen al ámbito empresarial:
Hacer que Internet sea asequible y accesible para todo el mundo. Para que nadie quede excluido del uso y el desarrollo de la Web
Respetar y proteger la privacidad y los datos personales, con el fin de generar confianza en la red. Para que las personas tengan el control sobre sus vidas en Internet y que cuenten con opciones claras y relevantes en lo relativo a sus datos y su privacidad
Desarrollar tecnologías que promuevan lo mejor de la humanidad y contribuyan a mitigar lo peor. Para que la Web sea realmente un bien público en donde prevalezca el interés de las personas
Y los tres últimos, finalmente, competen al conjunto de la ciudadanía:
Crear y colaborar en la Web. Para que la Web tenga un contenido rico y relevante para todos.
Construir comunidades sólidas que respeten el discurso civil y la dignidad humana. Para que todo el mundo se sienta seguro y bienvenido en la red.
Luchar por la Web. Para que la Web siga siendo abierta y un recurso público global para las personas de todo el mundo, ahora y en el futuro.
Críticas a la inclusión de las grandes tecnológicas
Google y Facebook no sólo aparecen como apoyos destacados de la iniciativa, sino que incluso forman parte del grupo de 10 miembros (entre los que hay también gobiernos, como el alemán y el francés) que se reunirá periódicamente para analizar la marcha del proyecto.
Pero esta inclusión ha recibido críticas, al tener lugar poco después de que Amnistía Internacional publicase un informe de cargaba contra ambas compañías ("La vigilancia generalizada de Facebook y Google representa un peligro sin precedente para los derechos humanos", proclamaba hace unos días la ONG).
Berners-Lee, sin embargo, afirma que ambas compañías quisieron participar y que
"Tenerlas en la habitación es muy importante. [...] De haber puesto en marcha esta conversación en una mesa en la que no estuvieran sentadas las empresas tecnológicas, sencillamente no había tenido el impacto deseado".
Vía | Betanews
Imagen | Jarle Naustvik
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