Hoy en día es bastante común que la comunicación dentro de una empresa se haga a través de un grupo de WhatsApp donde se encuentran tanto compañeros como responsables. El unirse a este grupo es algo prácticamente obligatorio a lo que no te puedes negar, ya que alegan que es imprescindible para el correcto funcionamiento de la compañía. Pero el problema llega cuando te obligan a unirte con tu número de teléfono personal.
Han sido ya varias las resoluciones de los organismos regulatorios en los que se establece categóricamente que el empleado debe tener derecho a un número proporcionado por la empresa para estar dentro de un grupo de WhatsApp, u otorgar su consentimiento. Pero en el caso de que no lo proporciones y que te niegues a entrar con tu número personal puedes acabar despedido, como le ha ocurrido a un trabajador en Cádiz.
Despedido por negarse a estar en el grupo de WhatsApp con sus compañeros
Tal y como recoge el Diario de Cádiz, los sindicatos de Autonomía Obrera y CGT han denunciado el despido de un trabajador de la cafetería Puerta del Mar por irse del grupo de WhatsApp de la empresa Eurest. Y es que tras conseguir la concesión de las cafeterías de los hospitales, tomaron la medida de incorporar obligatoriamente a los 21 trabajadores en un grupo de WhatsApp (sin pedirles permiso).
Por esta vía de comunicación se enviaban los horarios semanales de los trabajadores, instrucciones e incluso se realizaba un control de la plantilla al solicitarles fotos diarias de las actividades que se iban haciendo. Pero según los sindicatos esta es una medida que atenta contra el derecho a la desconexión digital y también la vulneración de diferentes artículos en la legislación de protección de datos.
Atendiendo a estos derechos de todos los trabajadores, y ya que no le solicitaron su consentimiento, este miembro de la plantilla decidió abandonar el grupo el 6 de julio de 2023. A partir de ahí comenzó a recibir presiones para volver al grupo e incluso le llegaron a convocar a una reunión para forzarle a entrar. Pero la respuesta siempre fue la misma: "el número de teléfono asociado al grupo de Whatsapp era particular y no de la empresa”.
Finalmente, el trabajador fue despedido con una carta en el que no se contemplaban estos motivos, alegando que se debía a una mala situación económica (aunque posteriormente contrataron a más personal). Lo que también ocurrió en ese momento es que la empresa comenzó a solicitar el consentimiento escrito a todos los empleados para estar en el grupo (pese a que ya llevaban meses en él).
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