Microsoft se subió a la cresta de la ola con la inteligencia artificial generativa, gracias en gran parte a su gran inversión en OpenAI. Encontrándose aún en un estado emergente, la estrategia de Microsoft fue sorprendentemente rápida: más de 10.000 millones de dólares invertidos en la tecnología de OpenAI y materializando esa inversión en sus 'Copilots' para asistir en sus múltiples productos. La compañía ha expandido esa gran ventana de negocio no solamente a desarrolladores y empresas, sino también a usuarios, con la esperanza de ofrecer herramientas de IA capaces.
Bing Chat fue otra de las grandes sorpresas de Microsoft tras su lanzamiento hace unos meses. Un asistente que ha hecho crecer los números de Microsoft Edge y el propio Bing en tráfico tras incorporar el modelo de lenguaje GPT-4 en su IA capaz de procesar el lenguaje natural y ofrecernos ayuda en todo tipo de consultas. Tras toda esta hoja de ruta de Microsoft en cuanto a la utilización de tecnología basada en IA, es normal que Satya Nadella, CEO de Microsoft, esté satisfecho con lo que están consiguiendo, algo que se ha podido notar ante las respuestas y anécdotas que ofreció al medio Wired en su entrevista.
El momento en el que Nadella se dio cuenta de las capacidades de la IA
Nadella se ha mostrado muy abierto con respecto a lo que opina sobre la inteligencia artificial y el camino que está siguiendo Microsoft para evolucionar sus productos en torno a herramientas basadas en IA. De hecho, fue preguntado sobre cuándo fue el momento en el que supo que la inteligencia artificial podría ser una tecnología transformadora.
"Cuando pasamos de GPT 2.5 a 3, todos empezamos a ver estas capacidades emergentes. Empezó a mostrar efectos de escala. No la entrenamos sólo en código, pero se volvió realmente buena codificando. Fue entonces cuando me convertí en un creyente. Pensé: 'Wow, esto está realmente en marcha'".
Interesados en conocer el momento en el que Nadella quiso ir a por todas con esta tecnología, le preguntaron si tuvo algún momento "eureka", a lo que Nadella contestó con una breve anécdota sobre su pasión por la poesía persa:
"Fue esa capacidad de codificación la que nos llevó a crear Copilot. Pero la primera vez que vi lo que ahora se llama GPT-4, en el verano de 2022, fue una experiencia alucinante. Hay una consulta que siempre utilizo como referencia. La traducción automática lleva mucho tiempo con nosotros y ha logrado muchos grandes hitos, pero no tiene la sutileza de captar el significado profundo de la poesía. Cuando crecí en Hyderabad (India), soñaba con poder leer poesía persa, en particular la obra de Rumi, traducida al urdu y luego al inglés. GPT-4 lo consiguió, de un tirón. No era una simple traducción automática, sino algo que preservaba la soberanía de la poesía a través de dos fronteras lingüísticas. Y eso es genial".
Si bien Nadella no ofreció demasiados detalles sobre la visión que tiene de la inteligencia artificial en el futuro, sí quiso centrarse más en lo que Microsoft está construyendo con ella en el presente. Explica que para él, el objetivo con este tipo de herramientas sería traer de vuelta ese gozo por el desarrollo en la comunidad y cree que Copilot puede ser la herramienta idónea para ello. "A medida que la IA transforma el proceso de programación, éste puede multiplicarse por 10: 100 millones pueden ser mil millones. Cuando le indicas algo a un LLM, lo estás programando", continuaba.
Microsoft es consciente de los riesgos de la IA
Además de todos los beneficios que hemos estado viendo en cuanto al uso de la inteligencia artificial, la industria también ha mostrado sus preocupaciones en torno a su uso, hablando incluso en términos de "la destrucción de la humanidad". La famosa "pausa" de los procesos de IA en aquella carta abierta o la opinión de Geoffrey Hinton, considerado "el padrino de la IA", han sido solo algunos ejemplos de manifiestos denotan cautela ante esta tecnología. Si bien Nadella comprende las preocupaciones, también admite que pausarla no es la solución.
"Tengo todo el respeto y todo el tiempo para cualquiera que diga: 'Seamos reflexivos sobre todos los retos difíciles en torno a la alineación, y asegurémonos de que no tenemos una IA desbocada'. Si la IA despega, será mejor que la controlemos. Pensemos en la primera vez que se utilizó la máquina de vapor y se crearon las fábricas. Si, al mismo tiempo, hubiéramos pensado en el trabajo infantil y la contaminación de las fábricas, ¿habríamos evitado un par de cientos de años de horrible historia? Así que cada vez que nos entusiasmamos con una nueva tecnología, es fantástico pensar en las consecuencias imprevistas. Dicho esto, llegados a este punto, en lugar de decir basta, yo diría que deberíamos acelerar el trabajo que hay que hacer para crear estas alineaciones. No lanzamos Sydney con GPT-4 el primer día que lo vi, porque teníamos que hacer mucho trabajo para construir un arnés de seguridad. Pero también sabíamos que no podíamos hacer toda la alineación en el laboratorio. Para alinear un modelo de IA con el mundo, hay que alinearlo en el mundo y no en una simulación".
Aunque Satya Nadella es consciente de los peligros de la inteligencia artificial, también cree que admitir que la IA puede destruir el mundo o que se descontrole sería "una abdicación de nuestra propia responsabilidad". Nadella expone como ejemplos la electricidad o la energía nuclear, dos tipos de potentes tecnologías por las que tuvimos consecuencias devastadoras y que se acabaron controlando gracias a los mecanismos de seguridad.
Nadella compara la llegada de la inteligencia artificial como cuando los PCs aparecieron por primera vez en el trabajo. Asegura que ahora no sabe cómo pudo vivir sin una IA en Outlook. Está claro que la inteligencia artificial es el tema de moda y es interesante ver cómo los principales responsables de darle forma expresan sus opiniones en torno a ella. Microsoft está tremendamente involucrada en la evolución de esta clase de tecnologías, por lo que no nos queda más que ver qué más nos pueden ofrecer además de las herramientas presentadas.
Imagen | Xataka
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