Google ha confirmado que va a cumplir con las órdenes del Gobierno de Estados Unidos en lo que respecta a la relación comercial con Huawei, tras haber sido introducida en Entity List, o lista negra. El paso, según la compañía de Mountain View, implica que los terminales que ya han sido comercializados, y aquellos que forman parte del stock en tiendas, y por tanto han sido lanzados, tendrán soporte en servicios de Google y en actualizaciones de seguridad, pero en principio no en actualizaciones del sistema operativo. Los terminales futuros no presentados directamente verán suprimida toda relación con los servicios de Google y con una versión de Android que cuente con ellos.
Pero, ¿qué pasa con Microsoft, Windows y Huawei? La orden ejecutiva de Trump del pasado jueves y la inclusión del nombre de Huawei en la lista supone que ni empresas de hardware ni de software pueden colaborar con la compañía china. Por tanto, además de Google, otras compañías también están afectadas y en principio tienen que dejar de dar soporte a Huawei. Microsoft no es tan importante como Google para Huawei, porque los portátiles con Windows 10 no tienen ni el volumen ni la cuota de mercado de los smartphones con Android.
Microsoft "no tiene nada que compartir"
En TechRadar han preguntado a Huawei si planea bloquear el soporte de Windows a los portátiles de Huawei, y la respuesta de los de Satya Nadella es "que no tienen nada que compartir. Desde Genbeta nos hemos puesto en contacto con Microsoft para conocer el futuro de su relación con los ordenadores portátiles de Huawei, pero de momento la compañía no se ha pronunciado.
Con el "no tenemos nada que compartir", Microsoft ni confirma ni desmiente que vaya a bloquear Windows 10 u otras versiones en los portátiles de Huawei, pero la falta de una respuesta más concreta indica que podría pasar cualquier cosa, dado que están igualmente sujetos a la legislación del Gobierno.
Perder el soporte de próximas versiones de Windows sería dramático para los usuarios de portátiles de Huawei pero, a diferencia de lo que ocurre en Android, los usuarios son muy libres para instalar versiones desde cero, y los drivers suelen ser relativamente comunes con otras marcas como para que no haya compatibilidad. El gran problema de un bloqueo en este sentido estaría en dejar a ordenadores de usuarios poco avanzados sin actualizaciones de seguridad, y que ellos luego no supieran actualizarlos de forma manual.
De cara al negocio de Huawei, además de la pérdida de atractivo con sus portátiles, lo grave es que a priori no podría equipar nuevos modelos con procesadores de Intel o de Qualcomm, y probablemente de AMD, fabricantes estadounidenses también sujetos a las restricciones de Trump.
Siendo las únicas compañías con chips disponibles, es preocupante para Huawei por el inmovilismo al que probablemente le lleva, salvo que decida implementar sus propios chips, los Kirin, que actualmente sólo emplea en smartphones.
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