Una criptomoneda acaba de ser lanzada al fuego del Monte del Destino y, como suele ocurrir en estos casos, su creador no lo ha hecho voluntariamente.
Más bien ha sido gracias a una sentencia de la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual), que ha dictaminado que la divisa en cuestión, llamada 'JRR Token', violaba el copyright de Tolkien Estate, la entidad que gestiona los derechos de las creaciones de J.R.R. Tolkien, el célebre autor de El Señor de los Anillos.
JRR Token era un proyecto de criptomoneda inspirado precisamente en el famoso libro y en sus adaptaciones cinematográficas. Desde su sitio web —ahora offline—, lleno de tolkienescas imágenes de colinas y magos, hasta su lema "One Token That Rules Them All" (un token para gobernarlos a todos).
Sus creadores incluso recurrieron a la plataforma Cameo, que permite contactar con famosos, para que Billy Boyd (el actor que interpretaba al hobbit Peregrin 'Pippin' Tuk en las películas) grabase por sólo 145 dólares un vídeo promocional de la criptodivisa.
Las criptomonedas, una "actividad altamente polémica" para los herederos de Tolkien
Al día siguiente de su lanzamiento, los abogados de Tolkien State presentaron la demanda ante la OMPI que se ha resuelto ahora. Lo hicieron alegando no sólo que la similitud entre el nombre de la criptodivisa y el del autor británico era obvia y, por ello, una violación de su marca comercial, sino que la referencia era indisimulada teniendo en cuenta la imaginería de la web.
Criticaron, además, que la infracción se había llevado a cabo con el fin de impulsar un producto "en un campo de actividad altamente polémico".
Pese a que la parte contraria alegó el recurso legítimo a la parodia, finalmente el panel de árbitros de la OMPI dictaminó que el registro y uso de la marca y el dominio web habían tenido "mala fe", y que el producto se había "diseñado específicamente para engañar" a los usuarios haciéndoles creer que tenía una verdadera conexión comercial con el autor.
En palabras del Tolkien Estate,
"Este ha sido un caso particularmente flagrante de infracción, y nos complacemos de que haya concluido en términos satisfactorios".
Sin embargo, este no es el primer caso de criptomonedas sospechosas que buscan popularizarse recurriendo a referencias de la cultura pop: hace unos días una criptomoneda llamada SQUID, que 'homenajeaba' a la popular serie de Netflix 'Squid Game' (El Juego del Calamar), se reveló como un timo que pasó de casi 3.000 dólares de valor al desplome en unos segundos.
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