Los jóvenes en China tienen un nuevo desafío que mostrar en redes: vivir con menos de 70 dólares para comida en plena crisis laboral

Ahora es 'guay' en redes mostrar cómo comer por menos de 70 dólares al  mes: la idea de los millennials y Gen Z en China, frente a la crisis de empleo

Frank Zhang Zttrtban N4 Unsplash
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Mucho hemos analizado y publicado sobre la precariedad empresarial que se encuentran los profesionales más jóvenes, sobre todo por el precio de la vivienda que no pueden asumir con sus sueldos.

Es una realidad global, pero tenemos ahora que la gente mayor dentro de la Generación Z mayor y los Millennials más jóvenes de China han lanzado una nueva tendencia en la red Xiaohongshu, una plataforma de comercio electrónico y redes sociales. Con la crisis laboral en el país, los jóvenes han optado por afrontar la situación con un desafío que comparten online con orgullo: la frugalidad o comer con moderación. Muchos medios afirman que lo comparten como algo "cool", algo guay.

La mencionada red social tiene más de 300 millones de usuarios activos, de los cuales la Generación Z representa prácticamente el 50% del total, y esta tendencia lleva  a jóvenes y adultos chinos a compartir cómo sobreviven un mes gastando menos de 500 yuanes (unos 70 dólares) en comida) a través de fotografías de sus platos y el costo asociado de los ingredientes.

Cabe decir que en España también puedes encontrar muchas cuentas, sobre todo de gente joven, que explica cómo consigue comer una semana con unos pocos de euros (y muchos reciben críticas sobre lo básico de la alimentación en lo que comparten).

Un cambio de patrón absoluto: de los lujos a la frugalidad

Destaca, además, que en China era muy común y eran muy populares las cuentas que iban exactamente en la dirección opuesta, alabando en las redes sociales el consumo desenfrenado en forma de marcas de lujo, bolsos de diseñadores reconocidos, coches carísimos... y ahora las tendencias van con el cambio hacia una cultura del ahorro.

Cabe decir que el propietario de Louis Vuitton, LVMH, la empresa de artículos de lujo más grande del mundo, informó el mes pasado que sus ventas de moda cayeron por primera vez desde la pandemia en medio de una caída de la demanda en el mercado chino.

The Washington Post ha analizado este tema y es que no es nada aislado: muchos jóvenes en China han decidido abandonar la universidad y buscar nuevos retos laborales.

Ya hemos visto en Genbeta que la juventud en China ya no siempre quiere trabajos de oficina porque resultan agotadores, aunque paguen mejor y que prefieren vender flores o cultivar fresas o incluso trabajar de forma espontánea en eventos, u otras tareas manuales y menos estresantes. La Gen Z en China no es ajena al mundo y se hartó de trabajar mucho.

Presumir de gastar poco

Muchas de las personas que están participando orgullosamente de esta tendencia  incluyen ingenieros que aceptaron el desafío después de descubrir que podían gastar menos de 20 yuanes por día (alrededor de 2,75 dólares por día) en sopas y arroz, lo que les llevó a meses en los que podían mantenerse con alrededor de 332 yuanes (45,67 dólares).

Incluso, otras personas dicen haberse unido al reto con el objetivo de empezar a ahorrar para comprar una casa o mudarse a otra ciudad en busca de mejores oportunidades laborales.

El problema es que este cambio no siempre es voluntario, sino motivado por la crisis laboral en China. Ya hemos visto, que en general, la Generación Z se enfrenta a dos grandes problemas: la crisis de vivienda y no querer trabajar a cualquier precio. Los participantes suben fotos de lo que comen cada día y detallan los costos de cada artículo en la popular plataforma Xiaohongshu. Incluso, algunos que terminan un mes con dinero de sobra pasan a apuntar a un presupuesto aún más bajo.Algunos dicen que su calidad de vida no ha disminuido sustancialmente.

Por ejemplo, Xue Yang es una mujer de 28 años que publica fotos de sus almuerzos. Explica que su cambio de prioridades llegó tras la pérdida de su empleo: tenía un trabajo bien remunerado como asesora financiera en una empresa de software informático hasta finales del año pasado. Compró un apartamento con su marido, gastó generosamente en viajes y ropa, y nunca pensó en controlar los gastos diarios. Luego, su empresa, en medio de una recesión que afectaba a toda la industria, la despidió.

Mientras buscaba trabajo, Xue se unió al desafío de mantener su presupuesto mensual de alimentos por debajo de los 70 dólares. Dejó de pedir comida a domicilio (algo muy común en la clase media del país) y aprendió a cocinar, buscando en Internet ofertas y recetas. También usa las redes para presumir de sus vacaciones baratas cerca de casa.  Ahora dice que espera que su modo de ahorro de dinero dure incluso cuando encuentre otro trabajo.

Imagen | Foto de Frank Zhang en Unsplash

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