Durante estas últimas semanas hemos visto como la pandemia del coronavirus se iba expandiendo, a una velocidad vertiginosa, desde China al resto del mundo. En Estados Unidos ya hay más de 6.000 casos confirmados de COVID-19, y el gobierno de Donald Trump está analizando métodos para intentar frenar los contagios.
Como ya sabemos, lo más importante es evitar estar en contacto con otras personas, ya que es un virus altamente contagioso. Por este motivo, la Casa Blanca está pensando en medidas que ayuden a que las personas mantengan una "distancia saludable" entre ellas.
"Equilibrio entre derechos individuales y colectivos"
Tal y como podemos leer en The Washington Post, el gobierno ya está manteniendo conversaciones con expertos de Google, Facebook y otras importantes compañías tecnológicas para utilizar (de manera anónima) los datos de localización de los smartphones de cada persona, así los especialistas en salud puedan rastrear el brote de manera más eficiente.
Según apuntan en el diario estadounidense, los datos podrían ser utilizados no sólo para determinar si las personas se adhieren a las actuales directrices de distanciamiento social, sino para trazar un mapa del virus en las comunidades de todo el país.
Esto es algo que estamos viendo en España. Desgraciadamente, muchas personas están desobedeciendo el estado de alarma (por ejemplo, acudiendo en masa a la sierra madrileña) y las autoridades tienen que ir patrullando las calles para evitar que la gente pasee e a sus anchas y pueda empeorar la situación.
En el caso de los Estados Unidos, fuentes cercanas a esta medida declararon al Post que si este plan avanza los datos anónimos no serían almacenados en una base de datos del gobierno.
No es el primer país que ha pensado en llevar a cabo esta medida. Como anunciaba el New York Times hace unas horas, la agencia de seguridad interna de Israel ahora podrá rastrear la ubicación de las personas infectadas con coronavirus. Estos datos de localización podrán servir para que las autoridades del país aceleren el proceso de aislamiento de los infectados.
Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, declaró que esta país "es una democracia. Tenemos que mantener el equilibrio entre los derechos individuales y las necesidades de la sociedad en general".
