A principios de año, el Gobierno francés de Emmanuel Macron comunicó que la aplicación de la 'tasa Google' o 'impuesto GAFA' a las grandes tecnológicas quedaba paralizada hasta fin de año. Aunque el nuevo impuesto se había aprobado, las presiones de Estados Unidos hicieron que su entrada en vigor se retrasara.
Ahora, tal y como habían anunciado, a poco más de un mes para que finalice el año, el Ministro de Economía galo ha anunciado que las grandes tecnológicas han recibido los avisos de pago para que paguen el 3% que se les demanda de los ingresos generados por sus servicios digitales en el país.
Todavía no hay acuerdo a nivel global
Esta 'tasa Google' es algo que se ha negociado en el seno de la Unión Europea, con fracaso por la oposición de algunos países, y se encuentra en fase de negociaciones en la OCDE. Este proyecto, de salir adelante, supondría una aplicación global y unificada, que es lo que pedía el Gobierno de Donald Trump para seguir adelante. Así se refería al impuesto en julio del año pasado:
"Francia acaba de imponer un impuesto digital a nuestras grandes compañías tecnológicas estadounidenses. Si alguien los grava, debería ser su país de origen, Estados Unidos. Anunciaremos una acción recíproca sustancial ante la estupidez de Macron en breve. ¡Siempre he dicho que el vino americano es mejor que el francés!"
En España, el impuesto se aprobó hace poco tiempo, en octubre, y según medios como La Vanguardia, se aplicará en enero. Francia espera recaudar 400 millones de euros con la medida. En nuestro país, la ministra de Hacienda ya dijo que el impuesto tendría "carácter transitorio hasta que se apruebe una normativa a nivel mundial o al menos europeo", y las cifras de recaudación esperadas bailan.
El Gobierno ha llegado a esperar recaudar con él 1.200 millones, una cifra que otras veces han reducido, y que diferentes patronales afirman que es muy difícil lograr. Para los clientes, más allá de si logra o no su cometido, el problema es que algunas empresas como Amazon ya dijeron que repercutirían el impuesto a su actividad comercial, por lo que en lugar de ahorrarse algo, se perdería. Ahora toca mover ficha a Estados Unidos, a la espera de ver qué ocurre finalmente con Joe Biden.
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