Octubre y noviembre están siendo “apocalípticos” para el sector automotriz de Europa, y especialmente en Alemania, en cuanto a noticias. En septiembre, la crisis de Volkswagen planteaba un escenario inédito con cierres y despidos, luego se dijo que “todas las plantas” de la nación estaban en peligro, y luego vino Seat. Por eso, que te reduzcan la jornada laboral no siempre es una buena señal.
La noticia es Ford. La compañía estadounidense de coches ha anunciado algo inédito: una reducción temporal de horas laborales para unos 2.300 empleados en su planta de fabricación en Colonia, Alemania. No son buenas noticias, ya que la medida se debe a una caída en la demanda de vehículos eléctricos (EV) en el mercado alemán.
El anuncio también refleja los desafíos actuales del sector de los EVs, donde el interés ha sido menor al esperado, lo que ha llevado a ajustes en los volúmenes de producción. De hecho, la compañía ha solicitado al gobierno alemán el uso del programa de trabajo a tiempo parcial, el famoso "Kurzarbeit", el mismo que permite reducir horas laborales sin despidos, con el estado cubriendo el 60% del salario por las horas no trabajadas.
Causas y contexto. Contaba esta semana Michael Baumann, director de comunicaciones y asuntos públicos de Ford en Europa, lo que había detrás de la medida. El ejecutivo ha explicado que las condiciones del mercado de los autos eléctricos en Alemania se ha "deteriorado rápidamente", lo cual ha forzado la reducción de producción en la planta de EVs de Colonia.
Además, la planta en Saarlouis, con 6.200 empleados, también podría verse afectada si persiste la baja demanda.
Medidas y estrategia. Qué duda cabe, el sector de los “eléctricos” enfrenta un periodo inestable. Plus: Ford ha optado por una estrategia que favorece la producción de vehículos híbridos, en este caso destinados a consumidores que buscan opciones eléctricas asequibles y prácticas.
Este cambio de enfoque, de hecho, ya ha implicado la cancelación de modelos SUVs eléctricos y el retraso en el lanzamiento de su próxima camioneta eléctrica, con un coste inicial para la compañía (aproximado) de casi 2 mil millones de dólares.
Impacto y plan estratégico. En su reporte financiero, Ford ha informado ingresos de 46 mil millones de dólares, una ganancia neta de 900 millones de dólares en el tercer trimestre, y una disminución de 300 millones de dólares respecto al año anterior. El CEO de la compañía, Jim Farley, destacó que la empresa está en una “posición sólida” para adaptarse a los cambios industriales y ha tomado decisiones estratégicas para fortalecer su competitividad en áreas clave como operaciones internacionales y vehículos eléctricos de próxima generación.
Sea como fuere, este ajuste temporal en Alemania subraya tanto los desafíos actuales del mercado de EV como la necesidad de estrategias flexibles para asegurar esa sostenibilidad en el cambiante entorno automotriz global.
Y China. No podíamos terminar sin el elefante en la habitación de toda la industria. La entrada de China al mercado global de vehículos eléctricos ha intensificado significativamente la competencia, especialmente en Europa, donde marcas de la nación como BYD y NIO están captando una cuota de mercado creciente (aranceles mediante). Para Ford y otros fabricantes tradicionales esto representa un reto considerable, ya que las automotrices chinas han logrado reducir costes y aumentar su eficiencia en la fabricación, en parte gracias al apoyo gubernamental y a la optimización de sus cadenas de suministro.
Con precios más competitivos y modelos que cubren un espectro de necesidades desde utilitarios hasta premium, China está ganando terreno rápidamente en mercados clave. De ahí que Ford y el resto estén reorientando su estrategia, en este caso con híbridos, y a replantearse su enfoque en EVs en regiones como Alemania, donde la demanda aún es inestable.
Imagen | Nicole Yeary
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