El gobierno de Australia ha anunciado una nueva regulación para hacer frente a la desinformación que circula en plataformas de comunicación y en redes sociales. El organismo regulador de los medios de comunicación del país (ACMA por sus siglas Autoridad Australiana de Comunicaciones y Medios de Comunicación) podrá ahora obligar a las empresas de Internet a compartir datos sobre cómo han gestionado la desinformación.
Como vamos a ver, la medida parece muy lógica y en concordancia con la necesidad de frenar las "fake news", pero si tenemos en cuenta que el actual gobierno de Australia tiene un amplio historial de medidas que buscan controlar el flujo de información o poder ejercer una mayor vigilancia sobre la ciudadanía a través de las tecnologías, también levanta sospechas.
Además, esta medida llega hablando de noticias falsas sobre la Covid-19 (que se vienen sucediendo duramente desde 2020) pero también es una medida del gobierno del país frente a las elecciones que se van a celebrar pronto.
El imperio Meta está en el punto de mira
La Autoridad de Comunicaciones también podrá hacer cumplir un código de la industria de Internet a las plataformas que no cooperen. "Las plataformas digitales deben asumir la responsabilidad de lo que aparece en sus webs y tomar medidas cuando aparecen contenidos dañinos o engañosos", dijo el ministro de Comunicaciones, Paul Fletcher. Según la ACMA, la gran parte de información falsa se difunde a través de Facebook, Twitter y en general de las plataformas de Meta.
Las noticias o informaciones falsas suelen comenzar con "publicaciones muy emotivas y atractivas dentro de pequeños grupos conspirativos en línea" y son "amplificadas por influencers internacionales, figuras públicas locales y por la cobertura en los medios de comunicación", añadió el ministro.
No es la primera vez que el gobierno de Australia apunta a los gigantes de Internet como causa de muchos problemas. Hace un año, en plena disputa, Facebook bloqueó la posibilidad de ver o compartir noticias de Australia para los usuarios del país. Este problema ya encontró solución.
Además, al anunciar la medida, el ministro también dijo que, tras este primer paso de usar grandes plataformas para desinformar, los grupos que difunden estas ideas conspirativas "a menudo instan a las personas a unirse a plataformas más pequeñas con políticas de moderación más laxas, como Telegram".
"Un estado de vigilancia": las decisiones de Australia
Aunque la medida parece lógica y en concordancia con lo que muchos gobiernos quieren hacer para hacer frente a la desinformación, coincide con que Australia tendrá elecciones en mayo, el partido en el poder podría perder el gobierno, según encuestas y su mandato se ha caracterizado por crear una especia de "estado de vigilancia" donde las autoridades tienen derecho de usar la tecnología para controlar a las personas más que es lo normal en muchos otros países democráticos del mundo.
Y esta tradición de control es algo que lleva muchos años normalizándose en el país. Además, la verificación facial está más extendida que en Europa.
En muchas ocasiones estas normas se han aprobado con el apoyo de la oposición. De hecho, según las informaciones aportadas hoy por el gobierno, las nuevas medidas de la desinformación deberían llegar dentro de unos meses, así que estarán también sujetas a la decisión de la oposición, en caso de perder el gobierno.
No hay que olvidar que en agosto de 2021 el Parlamento Federal de Australia aprobó una nueva ley mediante la que las autoridades tiene nuevos poderes en cuanto a la vigilancia de la ciudadanía a través de internet y de sus cuentas en redes sociales. En 2018 publicamos sobre un texto propuesto por el Gobierno y la oposición para aprobar una ley que rebajaba o eliminaba el cifrado en las comunicaciones, de la que luego se llegaron a arrepentir parcialmente.
En el año 2019, la oposición laborista y la coalición liberal-nacional se unieron en la aprobación de una ley para luchar contra los contenidos violentos y extremistas en las redes sociales y permite al gobierno la capacidad de responder cuando una red social como Facebook permita que contenidos con violencia se transmita y reproduzca durante mucho tiempo en la plataforma. En Australia también está muy perseguido saltarse la censura que tiene Internet.
En 2019, el país de Oceanía creó el primer organismo público del mundo especializado en vigilar los algoritmos usados por esta clase de empresas en el ámbito publicitario. La decisión del gobierno australiano, que estableció un significativo precedente para el resto de países, llegó tras una recomendación realizada en este sentido en un informe de la Comisión Australiana de la Competencia y el Consumidor (ACCC).