La Agencia Tributaria y Amazon han llegado un acuerdo y desde ahora, la plataforma de ventas online le dará más información a la Hacienda Española datos de los vendedores, cada trimestre. Las informaciones que debe compartir son el nombre legal, el número de registro de IVA o número de identificación europeo, domicilio social, dirección de correo, el total de unidades enviadas a España, el porcentaje de unidades entregadas desde almacenes españoles y el precio medio por venta, de acuerdo con Cinco Días.
Destaca que Amazon es el primer ‘marketplace’ que sella un pacto con la Agencia Tributaria de este estilo. Las siguientes podrían ser eBay o AliExpress, según los planes de la entidad pública. Hacienda destaca la importancia de estas plataformas para que los vendedores españoles comercialicen sus productos en todo el mundo, pero este tipo de comercio ha llevado también a abusos del sistema tributario. Hay empresas que no están pagando los impuestos indirectos (como puede ser el IVA).
Con este nuevo acuerdo se pretende también "asegurar la completa identificación fiscal de aquellas empresas que aunque no estén domiciliadas deberían pagar el IVA por vender sus productos a consumidores finales localizados en nuestro país. Para ello ahora se facilita el registro de estos operadores no residentes. Por lo que va destinado tanto a empresas españolas que venden fuera como a las extranjeras que venden aquí.
Nuevo plan de control de Hacienda
Este acuerdo se ha firmado como consecuencia del Plan de Control Tributario y Aduanero de 2022 (aprobado por resolución de 26 del enero de 2022).
Decía este documento que la Agencia Tributaria trabaja "en mecanismos tales como la implantación de libros registro estructurados de IRPF e IVA de forma predefinida que permitan una gestión más sencilla de las obligaciones tributarias, la prohibición del uso de sistemas de procesamiento de la información empresarial que permitan la ocultación de las ventas verdaderas de una actividad, o la atención específica a la actividad de las plataformas de Internet dedicadas a la intermediación o venta directa de bienes o servicios".
El problema reside en que la actividad digital y el comercio electrónico son, en definitiva, ámbitos emergentes de actuación sobre los que combinar los mecanismos ya citados en estas directrices como: la obtención de información, la sistematización y análisis de la misma, la ejecución de actuaciones específicas o el impulso de la colaboración nacional e internacional para actuar sobre un mundo, el digital, en constante proceso de cambio y evolución.
En ese documento ya se adelantó que el objetivo sería "ofrecer a estos obligados tributarios la oportunidad de mejorar su comportamiento fiscal" y que para ello era esencial la obtención de información de las plataformas digitales que actúan como intermediarias y ponen en contacto a empresarios y consumidores ubicados en cualquier parte del mundo.
Ver 2 comentarios