Que Pokémon GO se encuentra en pleno auge y que se ha convertido en el juego más popular del momento es una realidad evidente que, durante las últimas semanas, nos hemos encargado de plasmar en nuestras distintas publicaciones. Un contexto en el que el alumbramiento de gadgets y software específico han copado la actualidad noticiosa pero en el que también han tenido lugar otras consideraciones.
Efectivamente, porque si bien son muchos los adeptos de este juego, no podemos perder de vista casos que también han reflejado sus peligros, entre los que se cuelan el allanamiento de un aparcamiento de la Guardia Civil, el abandono del puesto de trabajo, el tiroteo en Miami a dos pokefans que entraron en un jardín privado y otros. Unos sucesos ante los que algunas ciudades han decidido reaccionar.
La reacción
Efectivamente, porque según informa el medio Domain, algunas poblaciones están intentando retirar las pokeparadas más concurridas con el fin de evitar los problemas que podrían ocasionar las grandes concentraciones en torno a este juego. Una de las primeras afectadas sería Sydney, una comunidad urbana de Nueva Escocia, Canadá; cuyos residentes y consistorio están luchando por la eliminación de las pokéstops en un barrio específico.
Un lugar al que miles de jugadores acuden en masa en búsqueda de estos pequeños monstruitos, causando un caos en el tráfico de esta zona residencial tranquila y dificultando el acceso de los servicios de emergencia. “Ha habido una serie de incidentes en los que los vehículos de servicios de emergencia han tenido dificultades para llegar al incendio de un apartamento debido a la congestión del tráfico, por no hablar de los accidentes”; ha comentado un portavoz del ayuntamiento.
Un volumen potencialmente peligroso de coches y peatones que ha llevado a la administración a escribir al desarrollador Niantic para solicitar la eliminación de tres pokéstops ubicados en la zona. De momento, han habilitado la presencia de guardas adicionales para hacer frente a los problemas de estacionamiento, así como más unidades de limpieza para mantener el correcto funcionamiento del lugar.
Otras de las quejas apuntan al ruido: “hay fuertes gritos durante toda la noche, la gente tira basura y colillas de cigarrillos”, comentan. No obstante, también reconocen que “algunos residentes y propietarios de negocios están muy contentos ya que, sin duda, les ha dado impulso económico”.
Vía | Domain
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