Lo que está sucediendo ante nuestros ojos y - para muchos - en nuestras pantallas, podría ser la primera revolución 2.0. Un movimiento local apoyado por un movimiento global, millones de usuarios de Internet de todas las nacionalidades y todos los países, que no sólo miran - como en los días de Ceaucescu -, sino que participan. Desde un simple retweet a la organización de operaciones a gran escala, pasando, por supuesto, por la Operación Tunicia de Anonymus, la revolución tunecina ha tomado, en Internet, un dimensión mundial. - Fabrice Epelboin.
Slim Amamou (foto), uno de los tres miembros del Partido Pirata detenido hace unos días en Túnez, no sólo ha sido liberado sino que lo han nombrado Secretario de Estado de Juventud y Deportes del nuevo gobierno tunecino, después de que el presidente Ben Alí abandonara el país el pasado viernes.
Este es la primera vez que un miembro del Partido Pirata consigue entrar en un gobierno estatal pero sobre todo un símbolo, el gran símbolo quizás, del calado de la revolución que se intenta: más democracia, transparencia, fin de la corrupción y libertad de expresión. También la constatación de que los "moderados" sienten muy cerca la presión ciudadana: si la transición se convierte en pasteleo con el viejo régimen se puede quebrar. Los revolucionarios de WikiLeaks quieren avanzar hacia la democracia de verdad.
El nombramiento de Slim Amamou, uno de los activistas más destacados de la revolución de la "generación red", ha sido celebrado por todos los partidos piratas que como en el caso de Pirates de Catalunya se "complace en haber podido aportar nuestro granito de arena a la revolución del jazmín, la lucha contra la censura y en defensa de las libertades fundamentales".
En Nación Red | Es la primera revolución mundial