La economía sueca es una de las más fuertes de Europa: se espera que crezca más del 4% este año. Asimismo, el déficit presupuestario se reduce a una velocidad que deja boquiabiertos al resto de socios de la UE.
El programa gubernamental para recortar los impuestos, en una nación acostumbrada a pagar los más altos tributos del mundo, ha cuajado y eso tiene premio. El centro-derecha en el gobierno parece que va a poder capitalizar la gran recuperación de la economía.
Eso dicen las encuestas en las que no aparece el galeón pirata, perdido en alta mar al no encontrar la luz mediática que le ilumine la ruta para llegar a puerto. Difícil travesía en la que se enfrenta a un "inalcanzable" horizonte del 5% de los votos para entrar en el Parlamento que es una invitación al voto útil que lastra todavía más sus posibilidades.
Si bien los más entusiastas piratas de Suecia recuerdan estos días que ninguna encuesta les había otorgado el 7% de los votos con los que sorprendieron al mundo en las últimas elecciones europeas.
Los más optimistas entre los activistas y candidatos del Partido Pirata insisten, además, que su voto está concentrado entre un electorado muy joven y que las encuestas, como los propios medios de comunicación, también están desfasadas en su desarrollo técnico... y teledirigidas para contribuir a desanimar cualquier voto alternativo.
Veremos que pasa, pero la verdad, es que observadores independientes hablan bien a las claras de un previsible hundimiento del Partido Pirata con respecto al porcentaje (7,13%) obtenido en las europeas.
Otros - en el interior de la nave pirata - avanzan ya la gestión de la "derrota" con un certero análisis que busca evitar que cunda el desánimo postelectoral entre la tripulación. Un partido de estas caracterísiticas debe aprender a relativizar un resultado espectacular como el de las europeas, en las que los suecos como el resto de europeos "ensayan" el voto-simpatía frente al voto útil y "responsable" de las generales.
Hay que recordar, precisamente, que en las elecciones generales de 2006 los piratas se estrenaban electoralmente con un raquítico 0,63% de los votos.
Los más realistas del Partido Pirata sueco tienen, por lo tanto, muy presente que un resultado en las elecciones generales, por ejemplo del 2% de los votos no significaría, ni mucho menos, una derrota. Más bien todo lo contrario. Sobre todo cuando la función y razón de ser del Partido Pirata va más allá del parlamento.
Su labor es más la de un partido-no partido o antipartido (aguijón inconformista) que defiende sus principios digitales al margen de unos deterrminados resultados electorales que se ven influenciados por la ley electoral y un cerco mediático abismal.
Todos los piratas recuerdan, estos días, que "Los Verdes" no tuvieron, ni mucho menos, un inicio de travesía tan fecundo, incluso en el caso de acertar con el pronóstico del 2% de los votos en las elecciones del domingo, el resultado en comparación con el peregrinar de la marca ecologista sería realmente alentador.
Veremos que depara el resultado electoral. Las encuestas señalan que el único partido que logra hacerse camino entre los dos bloques (rojo y azul en el gráfico) que aglutinan respectivamente a los diversos partidos de izquierda (socialdemócratas, verdes, ex comunistas) y centro-derecha (conservadores del primer ministro Fredrik Reinfeldt, liberales, centristas, democristianos), son los "Demócratas Suecos", que propugna el cierre de fronteras y la expulsión de los inmigrantes. Propuesta "fuerte" que parece tener su público.
Las otras dos opciones minoritarias que destacan sobre las demás, son el Partido Pirata y el Partido Feminista, pero los dos partidos alternativos aparecen diluidos en la casilla "Otros" que además se presenta muy escualida. El domingo por la noche se sabrá. ¿Habrá operación rescate para llevar al puerto del parlamento al Partido Pirata?
Antes queda otra pregunta para el cierre de campaña, ¿aparecerá Julian Assange con una bomba de oxigeno?
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