Hace dos meses y medio, Sven Clement, presidente del Partido Pirata de Luxemburgo, comunicó a las autoridades del país la existencia de un "fallo de seguridad" que permitió el filtrado de casi 50.000 historiales médicos. El "fallo" fue que alguien se dejó el ordenador encendido y con la sesión abierta.
A raíz de la denuncia, la policía luxemburguesa ha practicado dos registros: uno en la casa de un trabajador del CIRCL, el centro de respuesta a incidentes informáticos (equivalente al Servicio de Seguridad IRIS-CERT en España), y el otro en casa del mismo Clement. Ambos registros han terminado con la incautación de dos ordenadores portátiles, dos iPhones y un iPad propiedad de los registrados.
Cómo no, las contraseñas de los ordenadores afectados se han cambiado de nuevo, pero eso no quita la tremenda torpez de las autoridades, que han acabado registrando la casa de la persona que les avisó del fallo, en vez de intentar encontrar a quien se haya podido aprovechar del mismo.
Desde el Partido Pirata de Luxemburgo han emitido un comunicado en que lamentan la criminalización de los que exponen éste tipo de fallos en la seguridad, recordando también que con unos simples cursillos de formación básica se podrían evitar la inmensa mayoría de "ataques informáticos" como éste. Un ataque que ha sido posible porque alguien no cerró la sesión.
Via | Wort.lu (por cortesía de Alkar, de Xataka Android) Foto | Zodman