Los principales proveedores de servicios de Internet (ISP) de Estados Unidos –AT&T, Verizon, Comcast, Cablevision y Times Warner Cable– han llegado a un acuerdo con la industria del entretenimiento norteamericana para establecer un sistema de avisos para las personas que intercambien material protegido por copyright mediante redes p2p en territorio estadounidense. Todo ello al margen de los jueces.
En este caso, se trata de un sistema de seis avisos que no contempla el corte radical de la conexión a la red, aunque sí la reducción drástica de la velocidad de carga y descarga de contenidos. Las partes involucradas afirman que los servicios de Internet relacionados con la sanidad, la seguridad, el correo electrónico o las llamadas de teléfono no se verán afectados por la reducción de velocidad.
El sistema funcionará de la siguiente manera: la industria del entretenimiento vigilará las redes p2p en busca de acciones supuestamente ilegales. Cuando localicen una IP descargándose, por ejemplo, Crepúsculo –esa película independiente aclamada inánimemente por la crítica–, facilitarán dicha IP al proveedor de servicios correspondiente para que ponga en marcha la cadena de notificaciones.
El funcionamiento de los seis avisos será gradual e incluirá medidas educativas para disuadir a los usuarios de descargar más archivos de Internet. Es lógico que los ISP hayan optado por un sistema de hasta seis notificaciones, puesto que son los primeros interesados en no perder clientes. Sin embargo, el hecho de haber hecho frente común y que las grandes operadoras se hayan unido al acuerdo les facilita el no perder una cartera importante de usuarios.
No obstante, destaca por encima de cualquier aspecto que no participa en ningún momento un juez o una persona representante del poder judicial. Es decir, la industria del entretenimiento localiza una IP que supuestamente intercambia archivos, da el chivatazo a la ISP y ésta manda hasta seis avisos y reduce la velocidad de navegación. ¿Y el juez?
En caso de que una persona crea que ha recibido un aviso que no le corresponde, puede abrir un proceso de apelación. Aún sin que un juez aparezca, no está claro quién se encargará de organizar dichos procesos. Eso sí, presentar la reclamación tendrá un coste de 35 dólares. Y si el usuario no está de acuerdo con los avisos, que presente una denuncia. Entonces sí que habrá un juez de por medio.
El sistema de seis avisos punto por punto
<li><strong>Primer aviso:</strong> se mandará una notificación por correo electrónico avisando de que se han descargado archivos protegidos desde la IP en cuestión. El mensaje dirigirá a materiales educacionales que le sugerirán (1) asegurarse de que su ordenador y/o red wifi es segura, (2) usar otras formas de consumir obras audiovisuales y (3) finalmente se facilitrará información sobre distintas fuentes de material de entretenimiento.
</li><li><strong>Segundo aviso:</strong> se mandará un mensaje parecido al primero en el que se hará hincapié en los mensajes educacionales.
Vía | Ars Technica Foto | NrkBeta