Hasta ahora las grandes demandas y denuncias por piratería en Internet se han centrado en aquellas personas o empresas que alojaban los contenidos (léase Megaupload). Pero la Asociación Cinematográfica de EEUU (MPAA en inglés) quiere ir más allá, considerando una violación de derechos de autor, a todo aquel que inserte un vídeo protegido con copyright en su web.
Su objetivo es no hacer ninguna distinción entre el usuario que aloja un vídeo y el usuario que simplemente lo inserta en su web para visualizarlo. Según la MPAA, ambos casos deberían constituir el mismo tipo de delito y ser perseguidos de igual manera.
Google y Facebook por un lado, y la Electronic Frontier Foundation por otro, ya se han manifestado en contra de esta medida que según ellos, es contraria a todos los precedentes juzgados anteriormente y que podría destruir la economía de Internet.
Estas afirmaciones vienen de un caso reciente. La empresa Flava Works denunció a MyVidster por colgar varios de sus vídeos en su web. Sin embargo, los vídeos no estaban alojados en esa página, sino en otras de terceros, con lo que en principio, la demanda debiera haber ido contra ellos, no contra MyVidster. Sin embargo esto no satisfizo a los propietarios, que les denunciaron por infringir derechos de autor.
El problema surgió a la hora de defenderse de las acusaciones. El propietario de MyVidster no hizo una correcta distinción entre ‘alojar’ e ‘insertar’ un vídeo en una página. Este fallo a la hora de exponer sus argumentos, dio fuerzas a los demandantes y consiguieron exponerle ante el juez como una persona que quería saltarse la ley.
La defensa se basó en intentar demostrar que la responsabilidad al infringir derechos de autor, debía recaer en los usuarios que suben esos vídeos, y no en la web en sí. Sin embargo, el juez lo desestimó alegando que si existen vídeos en esa página que infringen derechos de autor, es responsabilidad de la propia página, ignorando completamente quién estaba alojando realmente esos vídeos.
Aquí es donde surge el debate y es en este punto donde Google y Facebook han querido intervenir, recordando un precedente de un caso similar con Amazon. En esa ocasión, el juez consideró que el delito de violación directa de copyright recae exclusivamente sobre el usuario que aloja el vídeo, y no sobre los que lo difunden con enlaces o insertándolo en páginas web. Algo parecido con las imágenes que salen por ejemplo en Google, las cuales pueden tener derechos de autor pero las cuales Google no está alojando en sus servidores.
La estrategia ahora es poder perseguir de igual manera a los que copian, guardan o visualizan contenidos, sin hacer distinción ninguna. Es algo parecido a la Ley Sinde-Wert, que pretende encerrar a los que enlazan sin tener en cuenta quién está guardando el archivo. No obstante, en este caso es tan solo la decisión de un juez en concreto, que tendrá que justificar y argumentar, habiendo tantos precedentes que afirman lo contrario.
Casi todas las webs hacen uso de códigos para insertar vídeos o imágenes. Una decisión así haría que prácticamente todas las páginas de Internet fueras susceptibles de ser cerradas por violación de copyright. Esto implicaría un retroceso tremendo en la comunicación y la información en la red, y páginas como las antes mencionadas Google y Facebook, tendrían serios problemas para continuar funcionando. Sin embargo, creo que es algo tan absurdo que no se llevará a cabo. A veces el truco está en que una gran empresa que gane millones de dólares se vea implicada en estos asuntos, ya que automáticamente deja de ser una lucha unilateral del ‘lobby’ contra el usuario, para convertirse en algo más grande, por ejemplo: Facebook contra la MPAA. De todas maneras, el absurdo al que estamos llegando es tal que muchos nos preguntamos donde está el límite.
Vía | Ars Technica
En Nación Red | MPAA
Foto | Codenamecueball