Knowledge Ecology International (KEI), la organización que trabaja para reforzar la transparencia en la toma de decisiones políticas y que profundiza en la búsqueda de nuevas soluciones para una mejor gestión de los recursos del “conocimiento”, envío una carta al presidente de México, Felipe Calderón, relativa a la posición (muy favorable) que mantiene su país en las negociaciones del ACTA.
Este miércoles recibían la contestación (pdf). Antes habían recibido una breve misiva de la Presidencia de México señalando que les contestaría alguien del gobierno con competencias y fundamento en el asunto que planteaban (ACTA y el régimen de la propiedad industria en México). Así ha sido.
La carta la ha remitido Alfredo Rendón Algara, Director General Adjunto del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). En la misma se relaciona “el deterioro del comercio internacional” con “la íntima conexión” entre la piratería y el terrorismo, especialmente en la música, las pérdidas producidas por “piratas chinos” y lo desfasado de los actuales instrumentos internacionales en materia de propiedad intelectual.
Esas son las principales razones que mueven al gobierno de México a convertirse en parte de las negociaciones del Acuerdo Comercial contra la Falsificación (ACTA)
Pero la carta, que presenta la piratería y la falsificación como los grandes males (?) que están dañando la economía mexicana, sólo cita los estudios realizados por la Industria y las sociedades de derechos de autor.
Se permite reconocerlo como “su fuente” en varios pasajes de la carta remitida a KEI. A cada dato un reconocimiento, llegando a citar como fuente para los males que narra en él ámbito musical “el estudio realizado por la Industria de la Música (son sus palabras textuales) denominado La Piratería Musical, el Crimen Organizado y el Terrorismo del que se desprende la íntima relación entre la venta de música pirata y los mencionados delitos”
Pobre México.
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