"Qué bueno es poder oler el aire fresco de nuevo", dijo un Julian Assange, relajado y sonriente. Con aires de triunfador, explicaba un periodista británico convencido de "estar viviendo la historia de una revolución pacífica". "Va ganando. En el corazón de la coalición de gobierno se cree que los americanos tienen un problema". El problema se dirige a sus seguidores:
Primero, gracias a la gente en todo el mundo que ha tenido fe en mí, que ha respaldado a mi equipo mientras he estado ausente, a mis abogados que valientemente han aguantado y finalmente han tenido éxito en su lucha.
Espero continuar mi trabajo, seguir defendiendo mi inocencia en este asunto y revelar cuando tengamos - que aún no la tenemos - la evidencia de estas acusaciones.
Assange que fue recibido con aplausos y gritos de ¡Julian, Julian! a las puertas de la Corte Superior, en el centro de Londres, hizo una puesta en escena gloriosa, más propia del que va ganando. La epopeya y el héroe. Lo ha hecho recordando a todos los que le están ayudando en esta revolución sin precedentes que avanza paralela a la lucha por la libertad en la red.
Transparencia y democracia. Guerra a la Corrupción global. La revolución de la gente. El hartazgo y el estímulo que faltaba, cuenta un joven historiador de la ciudad de los exiliados, que insiste en que los medios no están publicando "lo que tienen". Pero ahora toca escuchar a Assange:
Gracias a todos aquellos que han aportado dinero para la causa. Después una señal de respeto al Reino Unido "donde si bien es cierto que no siempre se hace justicia, ha demostrado que ésta aún no ha muerto". Recuerdo para los que deja en la vieja prisión de condiciones deplorables:
Durante mi confinamiento en solitario en la celda he tenido tiempo para reflexionar sobre las condiciones de todas esas personas que se encuentran en esta situación, con condiciones peores que las mías, lo que lo hace aún más difícil. Esa gente también necesita de nuestra atención
Su madre y el brillante equipo de abogados que le defiende con Geoffrey Robertson, el profesor del Queen Mary College de Londres, al frente, no se separaron de él. Dicen que este tándem Robertson-Assange puede poner el mundo boca abajo. Para desprenderse de la porquería que le acompaña. La revolución continúa.
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