En la última SecureComm, celebrada el pasado mes en Padua, Italia, se ha presentado un estudio realizado por estudiantes de la Universidad de Birminghan, en el que aseguran haber localizado miles de usuarios que son realmente Bots dedicados al espionaje y recolección de datos de usuarios.
Que las redes de archivos torrents están viviendo un segundo enpujón en su popularidad, tras la caída de la mayor parte de cyberlockers, es un hecho. El aumento de la seguridad mediante enlaces magnet y la consolidación de The Pirate Bay, han propiciado este aumento. Por otro lado, las restricciones de la Ley Hadopy, en Francia, no han hecho mas que potenciar nuevas formas mas seguras de compartir archivos. Por ello, no nos ha de extrañar las afirmaciones que se realizan en este estudio.
Entre otros datos aportados en el informe, la localización de este software de monitoreo y la existencia de usuarios que realmente son Bots, ha sido posible al contrastar el uso normal de estas redes, en las que se comparte y se descarga (mediante seeds y leechers) mientras que las cuentas falsas, demostraban una inconsistencia en los bloques mediante los que se empaqueta la información que es transmitida.
Por otra parte, los trackers (medios de difusión de los archivos), si que realizan un rastreo de los archivos, pero de forma trasparente y constatable por el cliente torrent que empleemos. Sin embargo, en esta ocasión, no solo mantenían paquetes sin finalizar,sino que eran mantenidos sine die con una finalidad distinta.
Si bien es cierto que hay empresas, muy vinculadas a trolls del copyright y al lobbie productor-editorial, que reconocen abiertamente que se dedican a dicho monitoreo, en incluso afirman que pueden localizarnos en menos de 3 horas, el uso de estos bots, significa un paso mas en la declarada guerra contra los archivos compartidos, comprometiendo la seguridad de los usuarios de estas redes y con mas que posibles infracciones a la privacidad.
Foto | Frédéric Bisson
Vía | Arstechnica