El Acuerdo Comercial de Lucha contra la Falsificación y la Piratería (ACTA), aprobado recientemente, es la iniciativa más importante en el ámbito de la propiedad intelectual relacionada con el comercio desde que en 1994 se firmara el Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC), en el marco de la Organización Mundial de Comercio. (...) El resultado final ha permitido preservar el equilibrio entre los derechos de los usuarios y de los titulares de derechos de propiedad intelectual, hecho determinante para que el Parlamento Europeo diese su apoyo al acuerdo. – Alfedro Bonet, Secretario de Estado de Comercio Exterior
De Alfredo Bonet nos habían hablado mal (en relación con la línea dura que representaba) pero nunca imaginamos que en tan pocos meses como Secretario de Estado – hasta la reciente reestructuración era secretario general – fuese capaz de hacer lo que ha hecho. El ex Consejero Económico y Comercial del consulado de España en Miami, Director General de la consultora internacional Altair Asesores, Director General de Promoción del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) – allí están sus amigos del cine – y desde hace cinco meses Secretario de Estado de Comercio Exterior.
Este caballero elegía el día de los inocentes para publicar un artículo titulado titulado “El ACTA: un paso contra la piratería y la falsificación internacional” y en el que se permitía el lujo de engañar al personal, marca de la casa de los enemigos de internet y defensores de la vieja industria, explicando a los lectores de El Economista que ACTA había sido aprobado y el Parlamento Europeo había ratificado esa decisión.
Mientes y lo sabes, Bonet. Ni se ha aprobado, ni se he celebrado la votación que lo debe ratificar en el Parlamento Europeo. Preguntaremos en breve a los eurodiputados para saber lo que opinan de tu artículo. Escrito cuando hasta desde los países (gobiernos) más partidarios de firmar ACTA han llegado noticias estos días sobre las pegas y reservas que en sede parlamentaria se están poniendo por comisiones independientes a ACTA y el intento de imponer lo que algunos llaman la dictadura del copyright. Así que dimite, que no dimitirás, que te cesen, que no te cesarán, pero deja de engañar.
Quedaros con este nombre (los ecologistas lo conocen bien… mal) al que ya ha retratado WikiLeaks. En una reunión celebrada en enero de 2008, funcionarios de comercio de Estados Unidos y España presentaron estrategias para aumentar la aceptación de los alimentos modificados genéticamente (OGM), incluso aumentando el precio de los alimentos en el mercado de materias primas. Durante la reunión, el Secretario de Estado para el Comercio Internacional, Pedro Mejía, y el Secretario de Comercio Alfredo Bonet, señalaron que el aumento de los precios de los productos básicos podía impulsar una mayor liberalización en las importaciones de transgénicos.
¿Qué más vamos a tener que aguantar de estos señoritos (o lobbistas de los intereses de EE.UU con cargo gubernamental) que se ríen de todos nosotros con artimañas de trileros?. Ya resucitaron a un artista para añadir su firma a un manifiesto a favor de la industria del copyright. Ahora anticipan el futuro… como lo han diseñado con el embajador y el del lobby. Con descaro y prepotencia. Esta gente no puede acertar con su predicción del futuro. Por dignidad. Váyase. Céselo, Sebastián. Por dignidad. La vergüenza nacional. Cada día un capítulo más.
En Nación Red | Cuando Hollywood se dirige al gobierno de EE.UU y le atiende una colega que trabaja para ACTA