El Reino Unido ha decidido transferir el caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a la corte de Belmarsh, al sudeste de Londres. Allí “curiosamente” se encuentra el centro penitenciario que es considerado por Amnistía Internacional como el Guantánamo del Reino Unido.
El cambio de tribunal sugiere que la justicia británica va a retomar las causas contra el fundador de WikiLeaks siguiendo los dictados de EE.UU. Los once presos de Belmarsh, confinados en minúsculas celdas durante 22 horas al día, están todos acusados de terrorismo.
Los detenidos no tienen acceso a las pruebas que la inteligencia obtiene contra ellos (ley antiterrorista de Blair). Abogados de los allí encarcelados denuncian que sus representados han sido “sepultados en hormigón”. Pero el ministro del Interior de la época, Charles Clarke, justificó el proyecto de ley para la prevención del terrorismo que permitía imponer estas duras condiciones a los detenidos en la necesidad de luchar contra aquellos que presuntamente quieren atentar contra el Reino Unido. ¿Assange quiere atentar contra el Reino Unido?.
Desde Estados Unidos varios senadores, incluso el vicepresidente Joe Biden, habían solicitado que se juzgase a Julian Assange como a un terrorista.
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