Varios parlamentarios de Gran Bretaña pidieron hace meses al príncipe Andrés de Inglaterra, tercer hijo de la reina Isabel, que renunciase a su cargo como enviado comercial británico, tras las revelaciones publicadas por WikiLeaks sobre las andazas del personaje.
WikiLeaks desveló el "comportamiento grosero" del príncipe Andrés que denunciaban los diplomáticos como por ejemplo cuando criticó en un almuerzo de trabajo a la Oficina Británica contra el Fraude por investigar un acuerdo de compra de armamento con las autoridades de Arabia Saudita.
Esa investigación reveló sobornos, corrupción y fraudes por miles de millones de libras, y el suministro de prostitutas a miembros de la familia real saudí. Tras las revelaciones, el parlamentario laborista John Mann indicó que Andrés debería renunciar a su cargo.
Si estos comentarios del príncipe Andrés son ciertos, y por supuesto aún no lo sabemos, entonces está claro que los documentos son de interés público, y permiten a la población determinar si el príncipe está ejerciendo bien su rol
Otros documentos hechos públicos por WikiLeaks especificaban la clase de Andrés. Por ejemplo en cenas y reuniones se mofaba de la "ignorancia" americana porque "no entienden de geografía, en cambio en el Reino Unido tenemos a los mejores profesores de Geografía del mundo”. Además el príncipe acusaba de "imbecilidad" a los investigadores que luchan contra la corupción y gustaba de criticar constantemente a los periodistas del diario The Guardian, a quienes se refería como “aquellos periodistas que meten la nariz en todas partes".
En otro cable confidencial, Amitav Banerji, director de Asuntos Políticos de la Commonwealth, comentaba a un funcionario de la Embajada de EE.UU. en Londres que el príncipe “no suscita el mismo respeto que su madre”. El diplomático advertía que el príncipe es una figura clave en la relación del Reino Unido con Arabia Saudita.
El ministro liberal, Vince Cable, conocido por declararle la guerra a Murdoch mucho antes de actual escándalo, instó entonces al príncipe Andrés a que no hiciese comentarios sobre asuntos de política gubernamental. “No es un asunto que incumbe al Príncipe Andrés; es un asunto del Gobierno”, dijo el ministro sobre las críticas del príncipe Andrés a la investigación sobre los supuestos sobornos a un miembro de la casa real saudita.
The Guardian adelantaba esta semana la noticia "más esperada". El príncipe Andrés será revelado de su cargo como "representante comercial del Reino Unido". Otra víctima de WikiLeaks. Gana el Reino Unido.
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