El Pentágono ha aprobado una importante expansión de su fuerza de seguridad cibernética en los próximos años, lo que aumenta su tamaño más de cinco veces para reforzar la capacidad de la nación para defender los sistemas informáticos críticos y llevar a cabo operaciones ofensivas contra adversarios extranjeros.
La medida, solicitada por el jefe del Cibercomando del Departamento de Defensa, es parte de un esfuerzo por convertir una organización que se ha centrado principalmente en medidas defensivas en el equivalente de una fuerza de combate de la era de Internet. El comando, compuesto aproximadamente por 900 personas, se ampliará hasta incluir 4.900 soldados y civiles.
Los detalles del plan no se han determinado, pero la decisión de ampliar el 'Comando Cibernético' fue tomada por altos funcionarios del Pentágono a finales del año pasado y, según unos funcionarios que hablaron con The Washington Post, se dieron ordenes de guardar el anonimato al respecto.
El plan prevé la creación de tres tipos de fuerzas bajo el 'Comando Cibernético': "Las fuerzas de la Misión Nacional" para proteger los sistemas informáticos que sustentan las redes eléctricas, centrales eléctricas y otras infraestructuras consideradas críticas para la seguridad nacional y económica, "las fuerzas de combate de la misión" para ayudar a comandantes en el extranjero planear y ejecutar ataques u otras operaciones ofensivas, y "fuerzas cibernéticas de protección" para fortalecer las redes del Departamento de Defensa.
Aunque ha sido acordado por los jefes de servicio de los militares, el plan ha suscitado preocupaciones acerca de en qué lugar quedará el personal cualificado en ciberseguridad del Ejército, la Armada, la Marina y la Fuerza Aérea. También plantea cuestiones más profundas - que son propensos a intensificarse a medida que el 'Comando Cibernético' crece en los últimos años - sobre cómo de cerca y de alineado debe estar con la Agencia de Seguridad Nacional.
Vía | CNET Nación Red | El Pentágono progresa con sus equipos de cibercazadores, Panetta y las consecuencias devastadoras de no afrontar el problema de la ciberseguridad
