El Partido Pirata español celebrará el próximo día 18 de septiembre en Madrid la VII Reunión de su Asamblea Nacional Extraordinaria. Lo hace en un momento en el que aparece en Cataluña un partido "hermano" con el que la nueva Junta Directiva tendrá que acordar algún tipo de compromiso formal para no duplicar esfuerzos y sobre todo "papeleta electoral".
Arribará el galéon pirata a un centro de negocios del barrio de Salamanca de Madrid, en lo que parece un símbolo, de lo que puede (o debe) ser la próxima travesía.
Una aproximación a sectores profesionales, un mayor formalismo y rigor en las propuestas y una inteligente (y profesional) política de comunicación. Todo ello sin menospreciar el trabajo de la ejecutiva saliente, que ha conseguido, que no es poco, mantener el barco a flote y entregar el "mando" con la nave en perfecto estado de revista, quizá no para afrontar batallas pero si para que una nueva dirección no tenga que dedicar un minuto a otra que cosa que no sea echarse a la mar con los cañones dispuestos...
Todo está por hacer y nada está perdido. Un proyecto durmiente, no precisamente reluciente, pero que atesora todo el potencial de la "marca" pirata, que en otros países ya ha entrado en las instituciones o desarrolla una actividad que contribuye a dar la batalla en defensa de Internet.
Precisamente "el día después" de la Asamblea se celebrarán elecciones en Suecia, país que puede presumir de tener la mayor y mejor representación pirata. Mirarse en el espejo sueco será fundamental.
Si la Asamblea de los piratas españoles es o no la del relanzamiento, o al menos del despertar, lo dirá el tiempo. No sabemos si Pedro Montmany y Ángel Badia, los dos candidatos a la presidencia del partido que en breve serán entrevistados por Nación Red, van a ser los Christian Engström y Rick Falkvinge españoles. Pero si los piratas, como opción radical en la defensa de la red, despiertan del largo letargo y lo hacen con nuevos bríos y haciendo honor al "modelo sueco", será un motivo de celebración que apoyará lo mejor del Internet español.
La "ideología" pirata y su bandera ha sido bien recibida por los medios, gracias al arte vikingo de navegar. Si el nuevo capitán del galeón español sabe llevar el timón, la batalla por un internet abierto, libre y neutral contará con un aliado político esencial.
Más allá de seguir ejerciendo, cada uno en su "puesto" y desde la sociedad civil digital, una permanente y fuerte presión a los partidos instalados y a las opciones pujantes, para que lejos de convertirse en meros representantes de los privilegios de unos pocos poderosos, asuman, de una vez, el discurso de la modernidad democrática que emana de la red.
Vía | Partido Pirata En Nación Red | "El viento sopla a nuestro favor": entrevista a Kenneth Peiruza (Partit Pirata de Catalunya)
