El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, actualmente suspendido de sus funciones por sendos delitos de prevaricación y a la espera de juicio, pretende encabezar un movimiento político cercano a la izquierda inspirada, sobre todo, en muchos postulados y reivindicaciones que ha venido defendiendo el Movimiento 15-M
José Oneto profundiza en la noticia (o rumor creciente) que sitúa a Baltasar Garzón al frente de un movimiento político que tendría como referencia ideológica el manifiesto político "indignadanos" que fue publicado en el diario Público el 19-J.
Según Oneto, el manifiesto será completado y ampliado los próximos días por una amplia convocatoria cívica a la que se sumarán conocidos integrantes de ese conjunto de conocidos personajes que, hasta ahora, han permanecido fieles a Zapatero (y a la SGAE, podía añadir Oneto):
Miguel Ríos, Víctor Manuel, Ana Belén, Pilar Bardem, Luis García Montero, Almudena Grandes o Juan José Millás
La nómina de los creadores que apoyarían a Garzón convierte en tomadura de pelo colosal cualquier referencia al 15-M, que lleva en su raíz la defensa de la libertad en la red que los de Teddy Bautista han tenido como principal objetivo cercenar llevándonse al huerto al PSOE, el PP y CiU, pero no a la Izquierda Unida de Cayo Lara, que se ha revuelto contra esa izquierda vivendi que es la de las multinaciones del entretenimiento que el líder del tercer partido español ha puesto en su punto de mira con determinación radical atacando la Ley Sinde.
la Ley Sinde del PP y el PSOE es la de las multinacionales discográficas
Le honra, pues también ha recibido muchos "consejos o recomendaciones", que otros llamarán presiones, que no han hecho mella en el político que plantó cara al Pocero y que más pronto que tarde deberá plantar cara a esa izquierda de autor que quiere debilitar Izquierda Unida por oponerse a la Ley Sinde y estar más cerca de la "generación red" que del clan del copyright.
Por eso algunos pretenden, los restos de Nueva Izquierda, un partido comodín del PSOE y cómodo para los intereses que representa la SGAE. Por cierto, que ha tenido que ser una Audiencia Nacional sin Garzón, casualmente el juez que lo sustituyó, la que haya actuado contra la cúpula de la SGAE.
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