Hubo un tiempo en que Google todavía no ostentaba el monopolio de las búsquedas web, y en el que Internet Explorer, por el contrario, aún ejercía el de los navegadores web. Y, en ese momento (estamos hablando, concretamente, del año 2000), Google tuvo la idea de aprovechar lo segundo para solucionar lo primero.
Y para ello, creó la Barra Google. Hoy en día, muchos usuarios que oigan hablar de esto pensarán en el widget de Google para la pantalla de sus teléfonos Android. Pero estamos hablando de una extensión para el navegador, que no hacía otra cosa sino añadir una barra de herramientas extra a la interfaz del navegador de Microsoft. Tal que así:
La gran aportación de la Barra Google al usuario consistía en permitir buscar directamente un término sin necesidad de acceder primero a la web del propio Google: sólo era necesario ir al formulario de la propia barra e introducir ahí lo que deseábamos buscar. Si estás frunciendo el ceño en este momento, sin entender qué aportaba eso al funcionamiento normal del buscador...
...debes recordar que, por aquel entonces, el campo de direcciones de los navegadores sólo admitía... direcciones (URLs, vaya), y que introducir cualquier otra palabra en la misma sólo conduciría a un error de 'página no encontrada'.
De hecho, no fue hasta 2006 que Internet Explorer 7 se convirtió en uno de los primeros navegadores en integrar un campo de búsquedas integrado por defecto en la interfaz del navegador (aunque todavía como un elemento separado del campo de direcciones). Pero, dado que por aquel entonces sólo permitía usar Microsoft Live Search (el 'padre' de Bing) como buscador, la popularidad de la Barra Google no decreció lo más mínimo.
Las funcionalidades concretas de la Barra Google fueron variando a lo largo del tiempo: además de facilitar el acceso a las demás herramientas de Google (especialmente útil resultaba el acceso al traductor), la compañía del buscador le terminó agregando también un bloqueador de ventanas emergentes, un primer paso hacia la posterior popularización de los bloqueadores de anuncios.
Además, durante un tiempo, la Barra Google también se convirtió en una herramienta fundamental para los expertos en SEO (Posicionamiento web), pues también mostraba el 'Pagerank' de la página visitada... y, al mismo tiempo, los datos de uso que aportaba la Barra resultaban fundamentales para calcular dicho 'pagerank', una métrica fundamental en su momento para determinar el puesto de un sitio web en la página de resultados de Google.
"La invasión de las ultrabarras"
El problema del auge de la popularidad de la Barra Google es que animó a numerosas empresas de Internet (no sólo otros buscadores, como Yahoo! o Ask.com) a copiar el modelo y lanzar sus propias barras. Durante un tiempo, empezamos a experimentar un auténtico overbooking de barras de búsqueda, unas completamente redundantes, otras fundamentalmente inútiles (como mucho, redirigían al buscador de Google enmascarado bajo su propia marca)...
...y una gran mayoría entrando de lleno en la categoría de 'malware', utilizando la función de barra de búsqueda como gancho para convencernos de instalarlas y/o usarlas en nuestro navegador. El problema residía en que, aunque no cayéramos nosotros mismos en la trampa, numerosas aplicaciones instalaban en aquellos tiempos barras de búsqueda complementarias durante sus propios procesos de instalación.
E incluso si teníamos la suerte de que no se nos instalase ninguna barra 'malware', nuestros navegadores podían terminar en poco tiempo inusables por la mera acumulación indeseada de barras en su interfaz (y eso por no mencionar cuánto ralentizaban al propio navegador). No era tan difícil encontrarnos con estampas como esta:
La caída del Imperio de las Barras
La versión para Firefox de la Barra Google sólo existió entre 2005 y 2011, mientras que la versión para Internet Explorer (que, como dijimos, fue lanzada en 2000) dejó de existir oficialmente el pasado 12 de diciembre (es decir, hace hoy exactamente 364 días), algo comprensible dada la muerte oficial del propio navegador de Microsoft. Curiosamente, Google Chrome nunca llegó a contar con su propia Barra Google (bien visto, todo él es una Barra Google con esteroides).
¿Y qué pasó con sus cientos de 'clones malignos'? El hecho de que los principales navegadores empezaran a crear, regular y vigilar de cerca sus propias 'tiendas' de extensiones, imposibilitando agregar 'complementos' a la interfaz del navegador sin pasar por las mismas, fue el golpe de gracia para la mayoría de ellos. Pronto, los desarrolladores de adware empezaron a centrarse en colarnos falsos bloqueadores de anuncios, falsos antivirus, etc...
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