Un estudio publicado hace unos días muestra que el 55 % de los graduados de la generación Z (es decir, los jóvenes, recién graduados) prefieren un trabajo remoto o híbrido. Y que son más quienes se quedan con la mezcla (un 32% prefiere el híbrido frente a un 23% que se decantaría por el teletrabajo si tuviera que escoger).
En este caso puede ser porque los jóvenes son conscientes de que estar en contacto con otra gente, trabajando de forma presencial les da mayores contactos y les ayuda a aprender más rápido que si están a distancia. O eso dicen algunos de los tantos estudios al respecto que se publican a día de hoy y eso alegan los defensores de volver a la oficina.
Además de las personas jóvenes, estamos siendo testigos de cómo muchas empresas que habían apostado por el teletrabajo en tiempos de pandemia y también después, ahora se empeñan en volver a las oficinas. Como hay un debate en ese cambio radical, muchas empresas van apostando por diversos modos de la vuelta sin ser muy estrictos, aceptando cierta flexibilidad.
El modelo híbrido
Y ahí surge el modelo híbrido. Unos días en casa. Otros en la oficina. Algunas empresas optan por permitir a los trabajadores decidir qué días ir, otras imponen cuáles serán esos días (Glovo empezará con ello tras el verano tras ver que sin delimitar los días, la gente no coincide siempre en las oficinas).
De acuerdo con CIPD, una organización británica que analiza los recursos humanos, si bien algunos empleados quieren trabajar desde casa todo el tiempo después de la pandemia, la mayoría preferiría un equilibrio en el que estén en la oficina durante parte de la semana y en casa el resto.
El equilibrio del que se habla recae en que los trabajadores pueden tener días trabajando desde casa con sus ventajas: no se pierde tiempo en ir y volver a una oficina, más posibilidades de compaginar tu vida laboral y familiar... con las de ir a la oficina: colaboración en equipo, tiempo con los compañeros de trabajo para charlar...
Según Nick Bloom economista de Stanford y experto en trabajo desde casa los datos más actualizados sobre el trabajo remoto apuntan a que muchas son las empresas que han apostado por estos modelos híbridos. Prithwiraj (Raj) Choudhury, profesor asociado de la Escuela de Negocios de Harvard y experto en trabajo remoto, ha dicho a Insider que "cuando permites la flexibilidad, amplías tu grupo de talentos".
Productividad en el modelo híbrido
Algunas investigaciones sugieren que los trabajadores totalmente remotos son menos productivos que sus contrapartes de oficina. Y hay muchos directivos que se han empeñado en esto: consideran que si no están viendo a los trabajadores, puede ser que no estén trabajando.
De todos modos, dice Choudhury que lo compensa el hecho de que también pueden ser menos costosos para las empresas, ya que no requieren espacio de oficina y pueden contratarse a nivel nacional o internacional, a menudo con salarios más moderados.
Mientras tanto, un modelo híbrido podría proporcionar algunos beneficios de productividad. Choudhury dijo que su investigación encontró que los empleados que trabajaban desde casa el 75% del tiempo eran los más productivos. Un artículo de Bloom concluyó que el trabajo híbrido tuvo un impacto "plano o incluso ligeramente positivo" en la productividad y mejoró el reclutamiento y la retención de empleados.
Menos flexible de lo que dicen
En la BBC lo describían hace unos días como un modelo promocionado como dinámico y ágil, pero desviando la atención de que un patrón fijo de trabajo en persona y remoto, en realidad puede privar a los trabajadores de autonomía. Es decir, que tan flexible no es.
En Amazon este modelo trae una gran disputa: aunque dé más flexibilidad que ir a la oficina todos los días, la empresa había prometido teletrabajo para siempre y muchas personas de su plantilla se mudaron de ciudad y comenzaron su vida lejos de Seattle. Si hay que volver varios días a la oficina, necesitan un lugar donde vivir en la mencionada (y cara) ciudad. Eso no solo ha pasado con Amazon.
Imagenes | Ina Carolino en Unsplash
Ver 4 comentarios