Yo fui nómada digital antes de que fuera común, y sé que no es fácil teletrabajar y viajar: los cuatro mayores retos a afrontar

Uno de los mayores retos será tomar decisiones con mucho cuidado, para no ser la causa de los graves problemas que están viviendo las personas en los destinos más atractivos para los nómadas digitales

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Estoy pasando unos días en un pueblo precioso. Unos amigos venían en esta dirección y aproveché el viaje en coche. No lo tenía en mente, pero surgió pasar estos días rodeada de naturaleza y, como teletrabajo, puedo hacerlo, siempre que haya buen internet, claro.

Estoy alojada en el hostal de los amigos de una amiga y ayer cuando me levanté, muy temprano, llegaba una mujer de haber pasado la noche de fiesta. Me dijo: ¿también has salido y estás de vuelta? Y yo, con mi PC en mano le dije que me acaba de levantar para trabajar. "Qué aplicada eres", fue su respuesta.

En el año 2008, cuando me gradué, rechacé un trabajo de oficina en Madrid porque yo quería, tras la universidad, pasar un tiempo en casa con mi familia en Asturias y ya no seguir viviendo en Madrid. Y también tenía en mente que quería pasar unos años viajando y aprendiendo nuevos idiomas y culturas. Conseguí trabajar online aunque con menos horas, menos salario y peores condiciones que si trabajase en oficina. Así que en 2008 comencé a teletrabajar. Y, con el tiempo, a viajar o vivir en otros países.

Como ya he contado en otros reportajes: fui nómada digital cuando nadie lo era. Gracias a poder trabajar online, he vivido en Bosnia y Herzegovina, en Marruecos, en Vietnam, en Colombia y en México. He viajado con una mochila a la espalda por toda Sudamérica y Centroamérica y varios países del Sudeste asiático. Y hay muchos retos a la hora de tomar una decisión así que voy a analizar en este reportaje.

Para mí, el mayor reto, es el de siempre tener mucho cuidado con nuestros actos y decisiones, dejar una huella positiva en nuestros destinos y evitar contribuir a la gentrificación, ser amables con el país que nos acoge y no fomentar el encarecimiento de la vida de los locales. Las decisiones que tomamos como individuos, aunque parezca que no, pueden afectar muchísimo al resultado final. Ya hemos visto muchos lugares sufriendo de los nómadas digitales.
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La disciplina cuando estés rodeada o rodeado de muchos estímulos

Como me decía ayer la mujer que llegaba de fiesta cuando yo me levantaba: "Qué aplicada". No es que yo lo sea, es que hace falta. Muchos jefes han querido que sus trabajadores vuelvan a las oficinas porque están convencidos de que en casa tenemos más distracciones.

Aunque yo disiento de esa idea y creo que la oficina puede distraer más, cuando sí que tenemos distracciones y normalmente bonitas, es cuando estamos en nuevos destinos. Y hay que saber decir que no a muchos planes geniales. No queda de otra, porque hay que trabajar.

Si ya es dificil aplicarse día  tras día  para llevar a cabo nuestras obligaciones cuando estamos en  casa, más  puede serlo cuando estás en algún paraíso rodeada de personas que están de vacaciones o de año sabático viajando el mundo.

No es tan fácil estar en un   hostal con gente que se ha hecho tu amiga y que se vayan un martes a  hacer rafting a un rio precioso y tú decir: no, yo no puedo y quedarte  delante del PC horas. Es decir, corres el riesgo de estar rodeada de  muchos estímulos y actividades, de más gente con tiempo libre, pero si te organizas bien, podrás, aunque no hacer todo, por lo menos disfrutar de las horas de no trabajo haciendo actividades nuevas y aprovechar los fines de semana para estar cerca de naturaleza en sitios que van a necesitar toda tu energía para  disfrutarlos al máximo.

Echar de menos y la nostalgia

Un gran padecimiento de las personas que migran es que están lejos de su tierra, de su familia, es un echar de menos a la gente querida de manera constante. De hecho, las personas que migran a Europa desde ciertos países en conflicto o con dictaduras, que tienen que enfrentarse a un dificil entramado burocrático de años para llegar a regularizar su situación, están forzadas a pasar muchos años sin poder volver a sus casas de visita y eso es durísimo.

Cuando eres nómada digital, vas con mayor privilegio, normalmente, pero aún así vas a pasar largas temporadas lejos de tu familia, de tus amistades, de tus costumbres. Y eso también da, irremediablemente, sus momentos de "bajón". No solo echas de menos a tu gente sino que acabarás, cuando cambies de destino, echando de menos mucho a la gente con la que has convivido en otros lugares.

En mi caso, mi vida es un constante echar de menos, que tengo asumido, aunque algunos días sean tristes. Cuando estoy fuera, echo de menos mi hogar y cuando estoy allí vivo echando de menos a muchísimas de mis amistades con las que forjé relaciones muy cercanas.

Es muy común para mí levantarme en Asturias un domingo muriendo de ganas de juntarme con mis amigas y amigos de la Ciudad de México e irnos  a un tianguis (mercadillo en la calle) a desayunar. Muchos días querría estar tomando té y comiendo pan msemmen sentada en una alfombra al sur de Marruecos con mis amigas, mientras nos reímos de cositas de la vida. O, al acabar la jornada laboral, pasar al centro cultural de Palmarin, Senegal que unos colegas están desarrollando, y donde pasé semanas, a tomarme una cerveza con los colegas mientras alguno saca la percusión para tocar música.

O hay días que tengo muchas ganas de poder pasar un día de risas con mi amiga Karolina que vive en Escocia, o con Angélica que es de Costa Rica, o con Jack que anda en Nueva York o con Mustafa que vive en Holanda o con Maja que es croata. Afortunadamente, muchas amistades han pasado a visitarme a mi casa en Asturias (porque la promociono muy bien), pero es inevitable vivir en una constante nostalgia, echando de menos a gente muy bonita de tu vida.  Y luego cuando estoy viajando extraño a mi familia, quiero irme a hacer algo con mi hermana, visitar a mi abuela o irme a algún monte asturiano con amigos.

Tomar las decisiones correctas para no afectar con tus actos el lugar de destino

La vida es un constante tomar decisiones, eso en la vida adulta ya lo sabemos y también sabemos que esas decisiones pueden tener consecuencias positivas o negativas, en nosotros mismos y en los demás. Día a día, hasta las más pequeñas afectarán a nuestro entorno: por ejemplo ir a comprar a pequeños comercios o hacerlo en grandes empresas, esos actos afectan. Pues viajando hay que tener aun más cuidado con las decisiones que tomamos.

Este año 2024 en España se ha caracterizado, entre otros asuntos, por las protestas masivas contra la gentrificación de las ciudades, el encarecimiento de la vivienda, promovido por los alquileres turísticos, entre otros aspectos y es que muchas personas que llegan a España, como nómadas digitales, como turistas o a vivir sus años de jubilación, vienen de países con salarios mucho más altos que los que tenemos en España, por lo que son gente dispuesta a gastar mucho dinero en alquileres.

Lo mismo sufren otros países con salarios más bajos de mano de los españoles. El ser nómada digital suele ser un privilegio de países del mundo más ricos por algo muy simple: los pasaportes de gran parte de los países del mundo más al sur no permiten a la gente moverse libremente por otros estados. Es parte del sistema global de racismo y clasismo.

Ya hemos visto que lugares del mundo muy atractivos para las personas que pueden teletrabajar y vivir donde quieran están sufriendo terribles consecuencias. No solo el encarecimiento de la vida sino que, aprovechando el privilegio de venir de un país rico, mucha gente se comporta contra las normas locales: en Medellín están padeciendo la llegada de muchas personas que van a Colombia a consumir droga o abusar de prostitutas; en Bali mucha gente va a hacer negocios de maneras ilegales y están transformando la economía de la isla...

En Oaxaca, uno de los estados más pobres de México con playas divinas, la gente se queja de las faltas de respeto a la cultura local, por parte de los nómadas digitales llegados de países ricos: "A lo largo de los años, he visto a innumerables personas tratar el destino que visitan como si fuera un parque de atracciones. Se comportan como si las leyes y costumbres locales -por no hablar de la decencia común- no fueran aplicables", ha llegado a decir un experto del tema.

Cuando te mudes a un país nuevo o estés viajando por él, que sea para empaparte de su cultura, aprender, conocer gente local nueva. Y no para tu propio disfrute como único objetivo del viaje. Como recuerda Nick Hilden, un hombre que lleva décadas viviendo en México y observando los cambios con la llegada de turistas y nómadas digitales: "El problema no es exclusivo de la Ciudad de México. Lugares preciosos como Tulum, Puerto Escondido o San Cristóbal de las casas, son también víctimas de un hedonismo egocéntrico que no mira más allá".

Creo que todo el mundo que hemos viajado por estos sitios, nos hemos encontrado con muchísimas personas cuyo único objetivo era su disfrute y su propio placer, el poder vivir bajo el sol y en sitios baratos... y sin molestarse ni un poco en conocer algo de la cultura del país que los acoge o en ver las consecuencias de sus actos. Yo he visto a demasiadas personas en todos estos años de viajes, de Europa y de Estados Unidos, en otros países, faltando enormemente el respeto a la gente local, por considerarlos inferiores, por venir de países más pobres.

Por tanto, si quieres ser nómada digital de una forma responsable, debes ir revisando constantemente las decisiones que tomas, para evitar que tu presencia en el país que te acoge pueda perjudicar a las personas que allí viven siempre. Debes también escuchar mucho a las personas de tu país de acogida para conocer mejor la cultura y evitar faltas de respeto. Pero merece la pena: al final, conocer y aprender es la gran riqueza que deberíamos obtener de poder movernos por el mundo.

Aprender y respetar la legislación

Además, a la hora de elegir tus destinos, si quieres quedarte una temporada larga y no solo como turista los meses que el país te ofrezca, debes aprender bien cuál es la legislación para obtener tu visado de nómada digital y ver si la puedes cumplir con tus ingresos anuales (muchos países han impuesto cifras muy altas de ingresos para dar este tipo de permisos de residencia).

Otra opción es la de quedarte en los lugares menos tiempo, acorde con los meses que tu entrada como turista te permita. En ese caso, tienes que ir viendo qué países te merecen más la pena. Además, tienes que ver que la conexión a internet en el país donde quieres vivir una temporada sea buena y no vaya a ser un problema para que realices tu trabajo.

Imagen de portada | Bárbara Bécares en Palmarin, Senegal

En Genbeta | La Ciudad de México es perfecta para vivir...si teletrabajas. Pero los jefes mexicanos han decidido volver a la oficina

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