OpenAI se ha hecho la empresa del año con todas sus constantes novedades en el sector de la inteligencia artificial y también con sus polémicas. No era muy reconocida hasta que llegó revolucionando con ChatGPT. Y, poco a poco se fueron conociendo novedades del funcionamiento interno de la empresa. Aunque Sam Altman, su CEO, está en contra del teletrabajo, hace un año conocíamos una curiosa historia sobre "el ejército oculto de trabajadores" que la empresa tenía por el mundo.
Alexej Savreux, un joven de 34 años de Kansas City, reveló a medios que formaba "parte de un ejército oculto de trabajadores contratados que se dedican entre bastidores a enseñar a los sistemas de IA a analizar datos para que puedan generar los tipos de texto e imágenes que han cautivado a los usuarios de productos tan populares como ChatGPT".
Este hombre habló con la CNBC sobre sus condiciones laborales y contó que cobraba "a partir de 15 dólares la hora", sin prestaciones. Aunque en España 15 dólares la hora pueda sonar como un buen sueldo, este señor vivía en Estados Unidos donde los salarios son mucho mayores y el coste de la vida también, por lo que es un sueldo bastante bajo, además de que no incluye un seguro de salud, necesario en Estados Unidos para ir al médico.
Para mejorar la precisión de la IA, tenía que etiquetar fotos y otra de sus tareas era la de hacer predicciones sobre el texto que las aplicaciones deberían generar a continuación.
El objetivo de estos contratistas es pasar "incontables horas en los últimos años enseñando a los sistemas de OpenAI a dar mejores respuestas en ChatGPT", según las confesiones del hombre.
Realmente, si buscas en Google "artificial intelligence trainer", la profesión de este hombre, podrás ver que hay mucha información de universidades hablando de esta profesión y muchos puestos de trabajo que se ofertan en webs varias.
Así funciona este trabajo
Según la información desvelada por Savreux, sus comentarios cubren una necesidad urgente para la empresa y otras herramientas de inteligencia artificial que es la de "proporcionar flujos de frases, etiquetas y otra información que sirvan como datos de entrenamiento".
"Somos trabajadores rudimentarios, pero sin ellos no habría sistemas lingüísticos de IA", es lo que ha dicho el Savreux y es que, según él, los etiquetadores son esenciales.
Sonam Jindal, responsable del programa de IA, trabajo y economía de Partnership on AI ha declarado que, aunque las máquinas son tan importantes, "estamos pasando por alto una gran parte de la historia: que esto sigue dependiendo en gran medida de una gran mano de obra humana".
Si esta información se compara con otra que se filtró hace unos meses, parece que la mano de obra que hay tras ChatGPT es muy asequible para OpenAI. Concretamente, como se conocía hace un año, desde comienzos de 2023 la firma contaba con 1.000 nuevos desarrolladores, según filtró Semafor. Se trataba de contratistas que realizan su labor en remoto y de regiones como América Latina y Europa del Este, lugares donde la mano de obra es mucho más barata que en Estados Unidos.
Esta información nos hace recordar informes desde Estados Unidos analizando cómo con el teletrabajo los directores generales tienen la oportunidad de considerar la posibilidad de recortar puestos de trabajo en Estados Unidos y contratar a trabajadores en países de menor coste de todo el mundo. De hecho, hace poco vimos cómo Google ha decidido comenzar a contratar en México y Brasil, donde la mano de obra es más barata que en EE.UU tras sus despidos masivos.
Imagen | Alex Kotliarskyi en Unsplash
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