Es posible que os hayáis hecho la pregunta: de acuerdo, tengo todos mis datos importantes guardados en una copia de seguridad dentro de un disco duro que mantengo cerca de mi ordenador. ¿Pero qué pasa si por si algún motivo hay un incendio? ¿O entran ladrones en casa? Perdería todos los datos originales y también el disco con la copia, de modo que tener ese backup no serviría de nada.
No, no es ser paranoico: es ser realista. Si necesitamos asegurar la integridad de datos personales y/o importantes, hay que tener en cuenta factores más allá de hacer una simple copia de los datos en un disco externo o en un ordenador colindante. Tampoco hace falta obsesionarse, pero echemos un vistazo a lo que podemos hacer como medidas extra.
Sí, lo adecuado es tener dos (o incluso tres) copias
Lo primero y más fácil es tener ese mismo disco de copias de seguridad, pero simplemente moverlo a otro sitio fuera de nuestra casa. Puede ser por ejemplo nuestro lugar de trabajo, o la casa de un familiar. De hecho lo más recomendable es tener una copia local en nuestra casa y esta otra copia alejada de nuestro ordenador principal. Así, si le ocurre algo al sitio donde está ese ordenador, siempre podemos recurrir a esa copia alejada como medida de emergencia.
- Esta copia de seguridad puede ser completamente manual, donde se copiarían y pegarían los archivos del ordenador al disco duro siguiendo los criterios personales del usuario; o automatizada usando herramientas útiles como Clonezilla o Carbon Copy Cloner, capaces de hacer una copia exacta de cualquier disco que tengamos. Sí, incluso los arrancables que tienen un sistema operativo instalado. No nos olvidemos tampoco de herramientas nativas presentes en ciertos sistemas, como Time Machine en OS X.
- Tengamos en cuenta también las copias remotas para más comodidad: programas como TeamViewer o la misma extensión Chrome Remote Desktop nos pueden ayudar a preparar un buen sistema de control remoto para poder gestionar y recuperar archivos importantes sin tener que desplazarnos físicamente en caso de emergencia. Recordemos, además, que podemos incluso controlar remotamente esos ordenadores desde nuestro smartphone.
No, la nube no es una copia, pero es un buen extra
Es tentador considerar a los servicios de almacenamiento de ficheros en la nube como lugares para hacer copias de seguridad, pero démonos cuenta: nunca sabemos cuando esos servicios pueden caerse, o ser víctimas de un ciberataque. De hecho, es es probable que no puedas almacenar copias en la nube si se tratan de datos confidenciales de trabajo por razones legales.
Por eso, la máxima a tener en cuenta es que jamás podemos depender de un servicio como Dropbox, iCloud o Google Drive para poder recuperar nuestros datos. Aún así, como herramienta de acceso fácil a esos archivos a los que hacemos copias de seguridad, pueden valer perfectamente. Esa nube puede ser incluso nuestro directorio de uso diario de esos archivos (si son personales), pero siempre teniendo disponible una copia de seguridad actualizada en algún ordenador o disco local.
Puede parecer excesivo, pero si estamos hablando de datos importantes, de esos que no se pueden perder bajo ningún concepto por importancia profesional o valor sentimental, una situación ideal puede ser la de tener dos copias de seguridad locales (una en el mismo lugar que el ordenador y una segunda en otro lugar), además de la ayuda de una copia en algún servicio de almacenamiento de ficheros.
Imágenes | Open Grid Scheduler, Jaymis Loveday
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