Google ha anunciado que, a partir del 4 de noviembre de 2024, Google implementará una medida contundente: prohibir los anuncios de cerrajeros en la versión española de su plataforma. Pero, ¿qué ha desencadenado una decisión de esta clase?
Pues no es más que una respuesta a la multiplicación de las denuncias sobre prácticas abusivas en el sector, en las que algunos cerrajeros aprovechan la situación de emergencia de los usuarios (es decir, quedarse sin acceso a su vivienda en el peor momento) para inflar exorbitantemente los precios de sus servicios. En otros casos, las denuncias hablan directamente de 'falsos cerrajeros' que se dedican a estafar (e incluso a robar) a los clientes que les llaman, en muchos casos logrando suplantar a cerrajerías fiables y reales.
Estos últimos alegan después que lo hicieron "Porque era el primero que aparecía al buscar en Google".
La decisión del gigante tecnológico tiene como objetivo, de este modo, proteger a los consumidores de fraudes. Y ni siquiera es una medida inédita: la compañía ya había implementado una política similar en países como Alemania y los Países Bajos en respuesta a los mismos problemas.
¿Cómo venían operando los 'abrepuertas' fraudulentos?
Una de las prácticas más comunes denunciadas en este contexto es la monopolización de los primeros resultados de búsqueda por parte de grandes empresas de multiservicios. Estos grupos, que operan como centrales de distribución de trabajos, emplean métodos publicitarios agresivos para asegurarse una presencia predominante en Google.
Al pagar grandes sumas para posicionarse en los primeros lugares, estos "abrepuertas" logran captar la atención de personas que, ante una emergencia —como perder las llaves o quedarse encerrados—, recurren al primer servicio que encuentran online.
De hecho, muchos de los cerrajeros que se anunciaban en Google carecían de certificaciones profesionales y utilizaban herramientas inadecuadas, poniendo en riesgo la seguridad de los inmuebles. Además, estas empresas solían no informar de sus tarifas por adelantado, sorprendiendo a los usuarios con facturas desorbitantes una vez completado el trabajo.
El problema se agudiza cuando estos 'cerrajeros' cobran precios que pueden llegar a ser hasta 10 o 20 veces superiores a los de un profesional honesto:
- Según José Luis García de Vicuña, presidente de la Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES), es común que un cerrajero profesional cobre entre 60 y 150 euros por abrir una puerta...
- ...mientras que estas empresas fraudulentas han llegado a cobrar hasta 1.000 euros (o más) por esta clase de servicios, sencillos para los profesionales.
Pero entonces, ¿ya no podremos buscar a los cerrajeros en Google?
No, no se trata de eso: desaparecen los anuncios, no los resultados orgánicos. A partir de noviembre, los resultados de búsqueda de cerrajeros estarán más orientados a quienes cuenten con buenas reseñas y reputación verificable, lo que, en teoría, debería facilitar a los usuarios la contratación de servicios seguros y confiables.
De hecho, uno de los aspectos más importantes de esta medida es que también busca mejorar la visibilidad de los cerrajeros locales, profesionales honestos que, hasta ahora, se veían desplazados por las grandes compañías que podían permitirse gastar enormes cantidades de dinero en publicidad digital.
En este sentido, Google también ha señalado que seguirá trabajando en formas de combatir el fraude publicitario, no sólo en el sector de la cerrajería, sino también en otros servicios de urgencia, como la fontanería y la electricidad.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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