Sólo unos días después del recientemente anunciado regreso de Flappy Bird, el popular juego móvil que causó furor hace una década, ya está generando más controversia que esperanzas entre los fans. ¿Qué ha cambiado?
Pues en primer lugar, un desarrollador web llamado Varun Biniwale denunció haber descubierto en el nuevo 'sitio web oficial del juego' (gestionada por la hasta ahora desconocida "Flappy Bird Foundation" o FBF) varias páginas ocultas que revelaban conexiones con la blockchain Solana, conocida en el mundo de las criptomonedas y los NFT.
En segundo lugar, unas declaraciones categóricas realizadas en la red social X por Dong Nguyen, el creador original del juego, dejando claro que él no tiene "ninguna relación con ese juego":
"Yo no he vendido nada. Y tampoco apoyo las criptomonedas".
El origen del problema
El proyecto se presenta como 'oficial', sí, pero eso no es porque pretendan que Dong Nguyen está detrás de él o lo respalde... sino porque Nguyen perdió hace un tiempo el control sobre la marca 'Flappy Bird' debido a su inactividad, lo que ha permitido a otra empresa sin relación ninguna con el juego, Gametech Holdings, reclamar el registro de la marca y otorgar derechos a la FBF.
¿Estamos ante una estafa?
Además, el sitio contenía referencias a criptomonedas, billeteras digitales y tokens, lo que refuerza la sospecha de que el juego no es más que un anzuelo para introducir a los usuarios en un esquema de criptoestafa. Aún más preocupante resulta el dato de la vinculación con el proyecto de 1208 Productions, una empresa con un historial previo de relación con proyectos relacionados con criptomonedas y NFTs.
Las páginas web que Biniwale encontró ocultas en el sitio oficial mencionaban repetidamente el uso de 'Solana' y de su divisa 'SOL'. Se ha sugerido que la popularidad del juego podría estar siendo utilizada para inflar el valor de dicha criptodivisa, buscando generar ganancias rápidas para los inversores iniciales... a expensas de los jugadores.
El silencio de los nuevos desarrolladores
Hasta el momento, los responsables detrás del nuevo Flappy Bird no han respondido a las acusaciones ni han emitido ningún comentario oficial que responda a las preocupaciones de la comunidad gamer. El silencio solo ha servido para aumentar las sospechas y alimentar el rechazo hacia el proyecto.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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