Hace dos meses la creación de la plataforma App.net saltaba a los titulares de todos los medios tecnológicos. Sus claves: una plataforma de microblogging de pago con la que los usuarios tendrían la seguridad y la privacidad de sus datos garantizada. Nada de venderlos a anunciantes o a otras empresas con fines lucrativos, tú mismo eres el que sufragas tu cuenta de usuario.
El proyecto, que se lanzó usando el modelo del crowdfunding, consiguió su objetivo de medio millón de dólares y ahora cuenta con 20.000 usuarios. Dalton Caldwell, su responsable, dijo que con la mitad de usuarios se consideraría satisfecho. Pero de esas 20.000 cuentas sólo 250 escriben la mitad de todos los mensajes publicados en el servicio. Algo semejante pasa en Twitter, pero aquí es bastante más acentuado y a una escala menor.
Durante unos días consideré el pagar los 50 dólares que cuesta abrir una cuenta de usuario en App.net. Tenía curiosidad por saber quién estaba dentro, qué actividad había y cómo era una red social en la que el requisito principal para entrar era pagar unos 39 euros para un año de uso. ¿Cómo se comportan los miembros de una red así? Finalmente pensé que valía la pena participar en un experimento así aunque en poco tiempo fallase y abrí una cuenta. Esto es lo que he podido comprobar estando unos días en App.net.
¿Qué te encuentras al usar App.net?
Básicamente, y lo que es ahora mismo, te encuentras con esto:
El servicio me recuerda a los primeros días de Twitter, cuando no tenía ni por asomo todas las características que tiene ahora. App.net está en fase alpha, con lo que su estado es comprensible. Es básico a más no poder: escribes un mensaje, lo publicas, los usuarios pueden responderte usando una mención y así puedes mantener una conversación. Hay detalles básicos, como la posibilidad de marcar un mensaje como favorito o “repostearlo” (el equivalente del retweet).
Principal diferencia con Twitter en este punto: los mensajes pueden tener una longitud de 256 caracteres, casi el doble de caracteres que un tweet. Y parece mentira, pero cuando uno está acostumbrado a concentrar lo que quiere decir en 140 caracteres se da cuenta que no sabe escribir usando tanto espacio nuevo. Es más, la mayoría de los mensajes no rellenan esos 256 caracteres ni por asomo. Se nota que todo el mundo que está probando App.net tiene experiencia en Twitter.
¿Y los perfiles? Seguimos con la máxima simplicidad, aunque seguro que veis algo más propio de Facebook en la siguiente imagen:
Las páginas dedicadas de un mensaje individual guardan más semejanza con Twitter, donde podemos leer dicho mensaje y todos los mensajes relacionados que otros usuarios nos han enviado como respuesta:
Hasta aquí, como podéis comprobar, estamos ante una especie de Twitter de pago. No defiendo que “Twitter de pago” defina completamente App.net, desde luego, pero a nivel estructural es lo que es. Además, hay funcionalidades que se echan en falta: mensajes privados entre usuarios, listas, contenido como imágenes, vídeos y webs integradas en cada mensaje, direcciones web acortadas…
¿Quién está en App.net? ¿Qué actitud tienen los usuarios?
Ahí es donde, para mí, se revelan los cambios interesantes no sólo respecto a Twitter sino respecto a cualquier red social. Definitivamente, un usuario no tiene el mismo comportamiento en una red social en la que sólo entrar te cuesta 50 dólares anuales. Decidir crear alguna cuenta ‘clon’ o parodia en Twitter no lleva más de cinco minutos, pero en App.net implica 50 dólares. Es inevitable reconsiderar si vale realmente la pena, y el resultado es que las veinte mil cuentas de App.net son todas de usuarios y de algunas empresas que han decidido formar parte de este experimento.
Pasando más a los usuarios, y dejando a un lado los que se han limitado a poner lo mismo que ponen en su cuenta de Twitter, detecto mucho más cuidado a la hora de publicar un mensaje. No es lo mismo publicar el mensaje “vaya, he perdido el autobús, este día no empieza nada bien“ en Twitter que en App.net, porque es inevitable pensar si el resto de usuarios de la red va a valorar este mensaje como útil para ellos. Por que si no lo es, tu cuenta de usuario será cada vez más ignorada. Y obviamente no has pagado 50 dólares para entrar en una red social con el objetivo de que nadie te haga caso, ¿verdad? Esa barrera moral de 50 dólares anuales cambia la forma de publicar mensajes de un usuario.
Entrando más en el tema idioma, el que predomina más es el inglés. Hay unos pocos españoles en el servicio (yo incluido), pero muy pocos mensajes son los que he visto en castellano. He visto algunos otros en alemán, pero también son una minoría. Atribuyo esto más que nada a la poca gente que está usando App.net, porque sólo hace falta que se apunte una buena comunidad de cierto país o idioma para que éste empiece a tener buena presencia. Supongo que es cuestión de tiempo. Pero por ahora se habla en inglés, por ser el idioma más internacional del mundo.
¿Se puede definir el tipo de personas que tienen una cuenta de usuario activa en App.net? Más o menos. Absolutamente todos ellos son veteranos de Twitter que han decidido que vale la pena pagar para participar en este experimento, gente que lleva sus años en Twitter y ha apostado por esta iniciativa. He visto a bloggers profesionales, periodistas especializados, expertos en social media, emprendedores, desarrolladores, fundadores de alguna empresa o servicio online… pero todos comparten las ganas de probar una red social en la que se garantiza que todos los esfuerzos de sus responsables se dirigen a los usuarios.
¿Qué se puede esperar del futuro de App.net?
La verdad es que este punto no lo tengo muy claro, se puede ser pesimista y optimista y la sensación es que ambas posibilidades tienen la misma probabilidad de cumplirse en un futuro. Un punto positivo a tener en cuenta es que con su temprana edad App.net ya cuenta con un enorme abanico de aplicaciones en fase de desarrollo o ya listas: clientes nativos para Windows 8 y OS X, clientes móviles para iOS, aplicaciones web para gestionar la cuenta… podéis comprobarlo vosotros mismos en la lista oficial de clientes de terceros.
Que los desarrolladores estén trabajando en una amplia gama de aplicaciones es una buena ventaja para App.net, pero… ¿qué hay de los usuarios? Naturalmente nadie espera que App.net llegue a tener ni por asomo la cantidad de usuarios presentes en las redes sociales gratuitas, pero evidentemente habría que mejorar el hecho de que sólo 250 usuarios publican el 50% de los mensajes de la red.
¿Cómo? Fácil: que los responsables de App.net se centren en ofrecer mejoras regulares de la aplicación y que se note que hay un progreso enfocado de la red. Es precisamente lo que esperan todos los usuarios que han pagado: que lo que tenemos ahora mismo mejore a medida que pasen las semanas. Es lo que personalmente le pido a la red, que por el momento me deja satisfecho con su versión alpha y con el experimento global que ha empezado. La simple garantía de que todo el tiempo y el esfuerzo de los desarrolladores irán alrededor del usuario y no para integrar sistemas de publicidad y cosas semejantes como ha ocurrido en Twitter ya significa mucho para mí. Avanzar, experimentar, descubrir de lo que puede ser capaz App.net. La curiosidad por lo que puede pasar es lo que más me lleva a seguir usando esta red social.
La prueba de fuego llegará dentro de un año, cuando todos los que hemos sido en cierto modo ‘pioneros’ en la alpha de App.net tengamos que volver a pagar la cuota de membresía de 50 dólares (por cierto, aplican el cambio dólar-euro como es debido, en mi caso fueron unos 39 euros). En ese momento veremos qué ha cambiado desde que he escrito este artículo y si realmente el experimento ha resultado demostrar lo que su creador pretendía: que algunos usuarios aceptan pagar una cuota de suscripción para disfrutar de un sitio donde la prioridad es, verdaderamente, el usuario.
Sitio oficial | App.net
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