La publicidad política está siendo uno de los grandes temas en la agenda de redes sociales como Twitter y Facebook, sobre todo en el caso de los segundos, pues han adoptado una política de que los personajes públicos puedan publicar anuncios sin escrutinio, y por tanto, con mentiras. Esto ha supuesto un gran revuelo, y llevó a Mark Zuckerberg a contestar muchas preguntas sobre el tema en su última aparición en el Congreso de Estados Unidos.
Son varias las voces que han afirmado que lo mejor que podrían hacer los de Menlo Park es decir adiós a cualquier anuncio político. Twitter ha tomado la delantera, y ayer por la noche Jack Dorsey, CEO de la red social, lo anunció vía hilo. Esto generó aplausos sobre todo de parte de políticos demócratas, e indignación y quejas por la parte republicana y más conservadora.
We’ve made the decision to stop all political advertising on Twitter globally. We believe political message reach should be earned, not bought. Why? A few reasons…🧵
— jack 🌍🌏🌎 (@jack) October 30, 2019
"El alcance del mensaje político debe ganarse, no comprarse"
Con esta afirmación comienza la argumentación de Jack Dorsey, y continúa. "Un mensaje político gana alcance cuando las personas deciden seguir una cuenta o retuitear. Pagar por el alcance elimina esa decisión, forzando mensajes políticos altamente optimizados y dirigidos a las personas. Creemos que esta decisión no debe verse comprometida por el dinero". "El poder (de la potencia de los anuncios políticos) conlleva riesgos significativos para la política, donde puede usarse para influir en los votos y afectar la vida de millones", ha afirmado el CEO.
En clara alusión a cómo ha funcionado el sistema hasta ahora, y a Facebook, Dorsey ha afirmado que no es coherente decir que están trabajando duro para frenar la desinformación en la plataforma a nivel de usuario, para que después llegue cualquier político con dinero y pueda saltarse esos límites. Así, engloba toda esta problemática dentro de los retos que ya afectan a la comunicación en Internet, como la microsegmentación masiva, los deep fakes, etc.
Dorsey también cuenta que, si bien podría parecer que favorecen a actores que ya tienen peso en la política, han visto como muchos movimientos sociales alcanzar un gran tamaño sin necesidad de haber invertido anuncios políticos. En este sentido, pide mayor regulación sobre anuncios políticos, recordando al "necesitamos ser regulados" de Zuckerberg.
Finalmente, en respuesta a las acusaciones que puedan surgir sobre libertad de expresión, el ejecutvo mencionó que esta medida no va de eso, sino de pagar por alcance de discurso político, y que en este momento la infraestructura democrática puede no estar preparada para lidiar con ello.
La gran pregunta: cuáles son los límites
Una medida como la que ha anunciado Jack Dorsey no solo trae aplausos y críticas. Los primeras han llegado, por ejemplo, de Alexandria Ocasio-Cortez, mientras que el jefe de campaña de Trump ha cargado duramente contra la medida:
This is a good call. Technology - and social media especially - has a powerful responsibility in preserving the integrity of our elections.
— Alexandria Ocasio-Cortez (@AOC) October 30, 2019
Not allowing for paid disinformation is one of the most basic, ethical decisions a company can make.
/1 https://t.co/YtNawdnJfj
Twitter bans political ads in yet another attempt by the left to silence Trump and conservatives. Wouldn’t be surprised if @twitter lifted the ban after 2020.
— Brad Parscale (@parscale) October 30, 2019
Statement: pic.twitter.com/4ZdHGJw3js
Respecto a la gran pregunta de cuáles son los límites de lo que va a permitirse en la plataforma, Jack ha hecho una mención de un caso que no se prohibirá: apoyo de registro al voto, que en Estados Unidos es algo muy importante porque por defecto no puedes votar si no te registras para cada elección. Asimismo, Dorsey ha confirmado que compartirán las condiciones completas del funcionamiento de esta medida el 15 de noviembre. La prohibición entrará en vigor el día 22 de ese mismo mes.
Habrá que atender a las condiciones específicas para ver si temas de la agenda como el cambio climático son "políticos" o no. Lo que Twitter no ha anunciado que cambia son las medidas de las que ya habló sobre permitir que los políticos incumplan las normas de la plataforma sin eliminar sus menajes (aunque sí los oculte).
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