Con el lanzamiento de API v2 estos días, Twitter vuelve a ser una compañía amiga de los desarrolladores, permitiéndoles posibilidades que durante años limitó. Veamos la trayectoria de esa nefasta época, y qué posibilidades hay ahora.
La relación entre Twitter y los desarrolladores ha pasado por muchos momentos, aunque últimamente han sido muy malos. No hay que olvidar que, casi literalmente, la plataforma es hoy lo que es gracias a ellos. De su existencia tratando de aportar a la red social, cuando solamente era web nacieron funciones tan aclamadas hoy como los mutes. De Tweetie, por ejemplo, cliente que más tarde compraron, nació el "deslizar hacia abajo para actualizar", que tan popular es hoy en cualquier sistema operativo.
Durante años, la web de escritorio y móvil estaban tan lejos estaban tan lejos de dar una buena experiencia que prácticamente cualquier usuario avanzado usaba clientes como twicca, Seesmic, Tweetbot, Echofon, etc, etc. A partir de cierto momento, Twitter se puso seria con las aplicaciones oficiales y entregó un producto más decente, que no aún tan bueno.
A partir de ahí, limitó artificialmente las capacidades de la API que entregaba a desarrolladores. Después la cosa fue incluso a peor, pues dejó de dar la posibilidad de adoptar nuevas funciones como las encuestas. Los clientes de terceros se convirtieron, oficialmente, en ciudadanos de segunda categoría.
Los primeros pasos de la nueva realidad
Gracias a la API v2, uno de los clientes de Twitter más destacados, ya puede, por ejemplo, crear encuestas, que como hemos dicho antes, no estaban soportadas y llevaban a muchos usuarios a no saber que un tuit interrogativo exigía elegir una respuesta, pues la interfaz no mostraba una.
Pero, sin duda, lo más importante, y lo que hará que los clients de Twitter puedan florecer de nuevo, es esta frase que Twitter ha escrito en un comunicado:
"Eliminamos los términos que restringían la replicación de la experiencia de Twitter, incluidas las funciones principales de Twitter, así como los términos que requerían permiso para tener un gran número de tokens de usuario".
Con la API 1.1, Twitter limitó mucho los tokens a los clientes de terceros. Es decir, que solamente un número muy pequeño de usuarios podía iniciar sesión en Twitter con dicho cliente. Una vez se superara cierta cifra, el desarrollador tendría que pagar a Twitter para ofrecer el producto a más usuario, algo que no es que no quisieran hacer, sino que convertía el modelo en algo totalmente insostenible. Y fue así como cayeron grandes aplicaciones por el camino. Sobre todo las gratuitas, pues no había limitación alguna.
Otro gran problema eran las llamadas que podían hacer a la API durante un tiempo determinado. Esto limitó enormemente la calidad de aplicaciones, pues la entrega de notificaciones o las actualizaciones que se podían hacer por minuto se vieron muy diezmadas. Ahora, todo eso se ha relajado. Solo es cuestión de esperar a recuperar la gloria perdida.
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