"Tómate un descanso con las redes sociales, aunque sea sólo una semana". ¿Te extrañaría que alguien te pidiera algo así? ¿Y si te dijera que es para un estudio científico sobre salud mental? Pues eso fue exactamente lo que un equipo de investigadores de la Universidad de Bath (Reino Unido) le pidió a los voluntarios que participaban el el mismo.
Para muchos de ellos, eso suponía disponer de pronto de hasta 9 horas libres semanales que, de otro modo, habrían gastado recorriendo redes como Twitter, Instagram, TikTok o Facebook. Y los resultados de ese cambio de rutina acaban salir publicados en la revista estadounidense Cyberpsychology, Behavior and Social Networking.
¿En resumen? Una ausencia casi total de tan sólo una semana de las redes sociales es capaz de provocar mejoras significativas en el bienestar de una persona, reduciendo los síntomas de depresión y ansiedad. De hecho, según los autores del estudio, en el futuro, podría llegar a recomendarse como un modo de ayudar a las personas a controlar su salud mental.
De una hora al día a tres minutos (de media)
En el estudio participaron 154 personas entre los 18 y los 72 años, todos ellos usuales de las redes sociales. A los participantes se les repartió al azar entre dos grupos: el de intervención (los que tenían restringido el acceso a las redes) y el de control (los que seguían con su rutina diaria).
Para asegurarse de que los voluntarios respetaban la impuesta, los investigadores tuvieron acceso a las estadísticas de uso de la pantalla, a través de las aplicaciones ActionDash (para usuarios de Android) y ScreenTime (para los de iOS). Así, el tiempo medio en redes se redujo de un promedio de 7 horas semanales al de sólo 21 minutos (unos 3 minutos diarios).
Además, al comienzo del estudio, se tomaban las puntuaciones basales para la ansiedad, la depresión y el bienestar. Al cabo de una semana, los usuarios que se habían tomado el 'descanso de redes' mostraban mejoras significativas en el bienestar, la depresión y la ansiedad con respecto al grupo de control, lo que sugiere la existencia de beneficios a corto plazo.
En el Reino Unido, el número de adultos que usan las redes sociales ha aumentado del 45% en 2011 al 71% en 2021… una cifra que asciende hasta el 97% en el grupo demográfico entre los 16 y los 44 años. Jeff Lambert, investigador principal del estudio, explica:
"Muchos de nosotros pasamos el tiempo en las redes sociales casi sin pensar, desde el momento en que nos despertamos hasta que cerramos los ojos por la noche. Sabemos que el uso de las redes sociales es enorme y que hay crecientes preocupaciones sobre sus efectos en la salud mental".
Ahora, sobre la base de lo descubierto en este estudio, los investigadores quieren emprender estudios derivados para comprobar si los efectos positivos aumentan o se mantienen a largo plazo, así cómo el efecto que esta 'dieta digital' tiene sobre colectivos concretos (menores, personas con afecciones físicas o mentales…).
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