Abandonar una red social y empezar en otra desde cero puede pasar a la historia en cuestión de tiempo. En los últimos meses, legisladores estadounidenses han cuestionado el poder de las grandes plataformas sociales y esta semana algunos de ellos han presentado un proyecto de ley que busca reducir esa supremacía.
Se trata de la ley Augmenting Compatibility and Competition by Enabling Service Switching, más conocida sencillamente como ACCESS Act. Una legislación diseñada para hacer que las grandes plataformas de comunicaciones pierdan el control de los datos de los usuarios y, por tanto, el enorme poder que estos les dan.
¿Cómo pueden perder el control sobre esa información tan valiosa para ellas? Exigiéndoles que hagan interoperables los datos de sus usuarios. O lo que es lo mismo: permitir el fácil traspaso de fotos, historiales de chat, publicaciones y otros contenidos entre una plataforma y otra. Abrir las plataformas, en definitiva.
Una solicitada apertura de las plataformas
Muchos críticos con el poder de las grandes tecnológicas como Chris Hughes, quien otrora fundase Facebook, consideran que tipo de normas es exactamente el tipo de regulación que se necesita para lidiar con los crecientes monopolios de empresas del tamaño y el poder de Apple, Google, Facebook o Amazon.
Partiendo de la base de que los datos de un usuario son de su propiedad, esta ley que se plantea obligaría a los gigantes tecnológicos a que sus servicios fuesen interoperables con los proporcionados por empresas más pequeñas. Concretamente, afectaría a "grandes plataformas de comunicación" con 100 millones de usuarios mensuales que generen ingresos por la recopilación, el procesamiento o el intercambio de datos. La mayoría de grandes redes sociales, por ejemplo, se verían afectadas.
Exigiendo interoperabilidad y el derecho a la portabilidad, argumentan los senadores responsables de la propuesta, se fomentaría una mayor competencia en mercados como el de las redes sociales o la mensajería instantánea.
La iniciativa recuerda a ciertas medidas incluidas en el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea, aunque en este caso la ACCESS Act iría más allá al pretender que las empresas creen nuevas interfaces, similares a una API, a las cuales tendrán acceso directo sus competidores. Una medida que podría evitar bloqueos de competidores como los que se han vivido en el pasado, cuando las API de un servicio se han utilizado para limitar las posibilidades de un tercero que las emplease.
Pese a todo, este proyecto de ley propuesto en Estados Unidos esboza el objetivo de la interoperabilidad y la portabilidad de datos, pero no define exactamente cómo debería llevarse a cabo. De aprobarse la ley ACCESS, las grandes plataformas solamente dispondrían de 120 días para señalar a las plataformas rivales cómo acceder a la información que manejan mediante las interfaces de interoperabilidad que deberán crear.
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